Suspirar frecuentemente nos ayuda a mantenernos vivos

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Si pensabas que suspirar era solo un síntoma de tristeza, depresión o desesperación, estabas muy equivocado. Se trata de un acto reflejo vital que hacemos unas 12 veces por hora y que nos ayuda a preservar la función pulmonar.

Un grupo de científicos canadienses ha estudiado fisiológicamente los suspiros y ha identificado la región del cerebro que transforma la respiración normal.

Dos pequeños grupos de células nerviosas en el tallo del cerebro, la región que se encarga de la respiración, el sueño y el ritmo cardíaco, son los que te hace suspirar. Lo hacen en respuesta a un comando inconsciente para llenar los alvéolos de los pulmones, quienes controlan el oxígeno y el dióxido de carbono del cuerpo, y que a veces se colapsan.

Alex Mit / Shutterstock

«Un suspiro es una respiración profunda, pero no es voluntaria», «Si no suspiras cada cinco minutos, los alvéolos se colapsan lentamente causando insuficiencia pulmorar», dice Jack Feldman, coautor del estudio.

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El equipo de investigación trabajó con ratones de laboratorio, los cuales suspiran unas 40 veces por hora. Estudiaron cerca de 19.000 patrones de expresión de genes en los cerebros de los ratones activos para buscar la raíz del acto reflejo de suspirar.

El resultado fue mucho menor de lo que esperaban: se concentraron en 200 neuronas en el tallo cerebral que producen y liberan dos conjuntos de péptidos, fragmentos de proteínas importantes en la señalización cerebral.

Cuando los científicos impidieron que un péptido alcanzara su objetivo, la tasa de suspiro de los ratones se reducía a la mitad. El bloqueo de ambos péptidos hacían que los ratones detuvieran su suspiro por completo.

Dado que la función del suspiro es volver a inflar los alvéolos, el suspiro se convierte en un acto reflejo imprescindible para la supervivencia.

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Este descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos para personas con trastornos de ansiedad y otras condiciones en las que sus vidas se ven afectadas por suspiros incontrolables. Este estudio nos desvela cómo suspiramos, pero no explica por qué lo hacemos más a menudo cuando nos sentimos tristes, decepcionados o frustrados.

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«Sin duda los suspiros tienen un componente que se refiere al estado emocional. Cuando estás estresado, por ejemplo, suspiras más», dijo Feldman. «Puede ser que las neuronas en las áreas del cerebro que procesan las emociones estén provocando la liberación de los neuropéptidos del suspiro, pero no lo sabemos.»

Vadim_Key / Shutterstock

A partir de ahora cada vez que veas a alguien suspirar no pensarás que está triste o estresado, sino más bien que está lleno de vida.

Fuente: mentalflosstheguardiandailymail
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