Estadísticamente, más del 50% de los matrimonios terminan en divorcio, y un número aún mayor tiene que lidiar con la infidelidad matrimonial.
El amor puede ser ciego, pero no tiene que serlo ante los signos de la infidelidad. Ignorar las sospechas crea dudas persistentes que pueden producir ira y ansiedad, así que lo mejor es saber cómo reconocer algunos de los signos de este tipo de traiciones y cómo evitarlas.
Si su relación hace aguas, aquí te mostramos cinco razones por las que ella podría terminar en la cama de otro hombre:
¿Por qué las mujeres engañan a sus maridos?
1- La edad
Marsha, una asistente legal de Boston, era todo lo que un hombre podía desear en una esposa: era hermosa, inteligente, divertida y atlética dada su devoción por el yoga. Sin embargo, cuando llegó a los 40 años, su marido se dio cuenta de que se acostaba con su entrenador de yoga.
«Sentía que su aspecto se estaba marchitando», decía el terapeuta matrimonial Paul Hokemeyer. «La aventura la hacía sentir más deseable«.
Todo el mundo envejece y no encuentra el remedio en tirarse al maestro de su deporte favorito. Entonces, ¿por qué es Marsha diferente?
Un estudio de 2014 sugiere que subconscientemente le damos más importancia a los años que terminan en nueve. De esta manera existe la teoría de que, cuando estamos a un año de añadir una decena a nuestro cuentakilómetros personal, nos volvemos más conscientes del paso del tiempo y la juventud, y podemos hacer cosas estúpidas porque creemos que el reloj se está acabando.
¿Qué hacer al respecto?
Reflexionar sobre lo que hemos logrado o en la última década puede llevar a pensamientos sombríos, decía el investigador de calidad de vida Michael Steger. Así que sé el hombre que hace que sucedan las cosas.
«Si el viaje es importante para ella, planea un viaje de cumpleaños que satisfaga objetivos compartidos.»
2- El dinero
Emily, de 35 años, tenía muchas razones para estar furiosa con su esposo. Como por ejemplo, que le rompiera la tarjeta de crédito después de que ella se diera demasiados caprichos en el centro comercial.
«Siempre tenía que decirle donde iba para que él me dijese cuánto podía y cuánto no podía gastarme», decía ella. Dicho con otras palabras, estaba intentando mantener el presupuesto bajo control pero se pasó al hacerlo.
El problema es que, ejercer demasiado control financiero, especialmente cuando se hace como un imbécil condescendiente, engendra resentimiento y puede hacer que tu compañera busque un venganza, dice Hokemeyer. Y eso es exactamente lo que hizo Emily. «Unos meses después de ese incidente me acosté con mi novio del instituto».
¿Qué hacer al respecto?
No tomes el control ni señales con los dedos. En lugar de eso, comparte la responsabilidad financiera. De esta forma, los dos sois responsables del dinero que se ingresa y se gasta de la cuenta en común.
3- Espera encontrar un príncipe azul
Todo el mundo sabe que los hombres perfectos no existen, incluso tu esposa, pero luego está «Juan», él sí que es especial.
Juan escribe poemas, envía flores y además es tan guapo… Chicos como Juan hacen que las mujeres como Sarah, una dentista de 30 años de Carolina del Norte, no vean con buenos ojos su matrimonio.
Por lo general, cuando la gente espera la perfección en un compañero, solo alimenta una decepción a largo plazo. Así lo muestra un estudio de 2014 publicado en el Journal of Experimental Social Psychology.
«Hizo que mi esposo pareciese insignificante«, decía Sarah. «Me acosté con él porque estaba convencida de que podría llenar los vacíos de mi vida». Bueno, aunque es cierto que no le solucionó el problema, «Juan» sí que le llenó uno de esos vacíos.
¿Qué hacer al respecto?
Nadie es perfecto, es un hecho que debe asumirse tanto por ti como por ella. Lo que sí puedes hacer es intentar ser un poco mejor de lo que eres.
La próxima vez que os peleéis, intenta este truco: «Las peleas suelen tener lugar en el pasado o en el presente», decía Jay Heinrichs, autor de Thank You for Arguing. «Así que dirige la discusión hacia el futuro».
«Si estáis peleando por quién prepara la cena, di: ‘estableceré un horario de cocina si aceptas comer huevos para la cena'».
Nunca serás el Príncipe Encantador que espera encontrar, pero al menos le estarás ofreciendo una solución que podría satisfacer las dos partes.
4- Quiere ser mala
Cuando su matrimonio comenzó a apagarse, Ali, una asistente de marketing de 25 años, se encontró en la cama con el típico tipo duro que siempre había evitado.
«Cuando lo conocí, parecía inevitable que terminásemos acostándonos», contaba Ali.
¿Por qué las mujeres inteligentes quieren irse a la cama con los chicos malos? Los investigadores llaman a este fenómeno la «hipótesis del cambio ovulatorio«.
«Durante la fertilidad máxima, cuando los ovarios están preparados para hacer el trabajo sucio, una mujer racional puede sentirse atraída por los hombres a los que le aterrorizaría ver en un callejón oscuro», contaba Vinita Mehta, autora de un libro de citas y relaciones.
No es necesariamente su culpa, más bien es culpa de nuestros instintos de supervivencia. Los genes masculinos aumentan las posibilidades de que los niños tengan una constitución robusta que asegurarían su supervivencia.
¿Qué hacer al respecto?
Apela a un instinto más evolucionado: su cerebro. El poder de un hombre no depende únicamente de la fuerza muscular. Demuestra que eres educado, exitoso, autosuficiente y comprometido.
Mehta apuesta por buscar formas más modernas para mostrar tus cualidades. Intenta compartir experiencias que muestren tus fortalezas: el teatro, el museo, una caminata por el campo…
5- Solo quiere más
¿A quién no le gustaría salir de casa y que su esposa le dijese susurrando al oído: «No llevo ropa interior. Vamos a buscar un lugar apartado»? Sin embargo, en el mundo real, el sexo desenfrenado no es como se piensa.
Así es como comenzó el problema para Lisa, una comercial de 31 años que quería sexo todas las noches y su novio no. «Él solo me lo hacía una vez a la semana. ¿Qué esperaba?«, decía Lisa.
Aunque la infidelidad no es la solución, lo cierto es que cuando las expectativas sexuales no coinciden, puede ser motivo suficiente para que se generen nuevos problemas.
¿Qué hacer al respecto?
«Las dos razones principales por las que las mujeres son infieles son por que se sienten poco deseadas o poco atractivas, especialmente a medida que envejecen», contaba la investigadora sexual Debby Herbenick.
El sexo es una forma de solucionarlo, pero otra es apreciarla por lo que es, no por quien quieres que sea. No la llenes de cumplidos sin sentido. Escúchala y valora quién es ella realmente.