Todos sabemos que beber demasiado alcohol puede hacer daño a la salud y acabar con muchísimas células de tu cerebro. Pero una nueva investigación ha demostrado que el consumo moderado de vino tinto puede tener un efecto protector para nuestro cerebro.
Para realizar este estudio, los investigadores analizaron los metabolitos intestinales producidos cuando los seres humanos digieren vino tinto. Las muestras se tomaron de personas que beben una cantidad moderada.
Añadieron estos compuestos a las neuronas humanas e imitaron las condiciones de estrés que conducen a la muerte celular cerebral y que provoca enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer.
Al realizar esto descubrieron que, en realidad, los metabolitos del vino tinto protegían a las neuronas. Todo este estudio consigue demostrar que el intestino y la cantidad exacta de metabolitos del vino tinto son indispensables para proteger al cerebro contra la muerte neuronal.
Ya en 2008, un grupo de científicos de Reino Unido realizó una recopilación de 23 estudios con los que concluían que el consumo moderado de alcohol reducía un 38% el riesgo de demencia y un 32% el riesgo de Alzheimer.
Se ha encontrado la misma relación con la salud del corazón. Beber una copa de vino tinto al día puede disminuir el riesgo de enfermedades del corazón.
Una investigación realizada en febrero de 2017 confirma que el resveratrol, un componente químico del vino, puede ayudar a mejorar la memoria y reducir las posibilidades de desarrollar demencia. Así que, aunque parezca increíble, beber una copa de vino tinto diaria puede tener efectos positivos y mejorar la memoria y la función cerebral.
Pero hay que destacar que solamente el consumo de vino no es suficiente para mejorar la salud del cerebro. Llevar una dieta saludable y realizar ejercicio regularmente es igual de importante que consumir vino tinto en cantidades moderadas.