Muchas personas siguen siendo amigos de sus ex después de que su relación termine. Queramos o no, las parejas anteriores han formado parte de nuestras vidas y aunque el amor se acabe, sigue habiendo razones para ser amigos.
Sin embargo, esto no siempre puede ser así. Hay ex novios o novias que son tóxicos y cuya relación, incluso de amistad, no merece la pena. ¿Y por qué precisamente estas personas son las que se empeñan, en muchos casos, en seguir detrás nuestra una vez que todo se ha acabado? ¡Descúbrelo!
Los motivos por los que tu ex tóxico sigue detrás tuya
Antes de saber por qué los ex tóxicos vuelven a nosotros, ¿por qué nosotros los dejamos volvemos a nuestras vidas?
¿Por qué reconectamos con nuestros ex?
Parece tentadora la idea de restablecer el contacto con una expareja, ya que durante las rupturas nuestros cerebros procesan el dolor psicológico de forma similar a como registran el dolor físico. Es un mecanismo de defensa que usamos como medida provisional, una forma de disuadir ese dolor que nos causaría apartar a esa persona por completo de nuestra vida.
Además, por desgracia, las relaciones no saludables suelen causar vínculos muy fuertes. Varios estudios han demostrado que el rechazo de una pareja romántica afecta a la actividad cerebral que está asociada con los antojos, las recompensas y la motivación de la adicción.
Por lo tanto, las relaciones llenas de adversidades causan altibajos en nuestros niveles de oxitocina, dopamina, cortisol y serotonina, a los que nuestro cuerpo se acostumbra, y que «echa de menos» cuando la relación acaba.
Razones por las que los ex tóxicos vuelven
Cuando una ex pareja tóxica busca una segunda oportunidad o ser amigos, lo más probable es que busquen atraparte en la dinámica insalubre que hizo que vuestra relación no saliera bien.
Los investigadores Mogilski y Welling, en 2017, descubrieron que aquellos que tenían rasgos de personalidad oscuros, como narcisismo o psicopatía, tendían a seguir siendo amigos de sus exparejas por conveniencia, sexo y acceso a sus recursos. Estos son algunos de los principales motivos:
Usar la amistad como un signo de normalidad
La posibilidad de seguir siendo amigos puede hacer que crea que sois personas maduras capaces de evolucionar, pero nada más lejos de la realidad. Lo usa como una forma de demostrarle al mundo que es tan increíble que incluso después de todo, quieres seguir siendo su amigo. Además, de esta forma se convence de que vuestra ruptura ha sido fruto de la incompatibilidad y no de abuso.
Tenerte como «plan B» por si acaso
Sigues teniendo valor para esa persona, pero no de la forma que imaginas. Puedes ser una buena alternativa para cuando se «aburra» de su nueva pareja. Si accedes a seguir siendo su amigo, explotará tu compasión y se apoyará en ti siempre que necesite un descanso de su nuevo objetivo.
Que las relaciones os mantenga unidos
Aunque cueste creerlo, el vínculo físico que se desarrolla con una pareja tóxica es adictivo. El sexo fortalece este vínculo liberando oxitocina y manteniendo los circuitos de recompensa de nuestro cerebro relacionado con nuestra ex pareja. A través de la intimidad consigue que no te alejes de él o ella.
Acceder a tus recursos
Ya sea porque estés bien económicamente, tengas buena reputación o una trayectoria de éxito, tu ex pareja no querrá dejarte ir. Tener relación contigo significa tener acceso a tus recursos. Ten cuidado, si dices que sí una vez, sabrá que te tiene a su disposición cuando necesite algo, ya sea tu cuerpo o tu cuenta bancaria.
Crear un triángulo amoroso
Aunque te parezca demasiado retorcido, hay personas a las que le gusta tener un harén de ex amantes a su entera disposición. Incluso después de la ruptura, querrá que pases a formar parte de sus diversos ex, compañeros actuales y potenciales objetivos. ¿Estás seguro de que quieres entrar ahí?
Controlarte y no dejarte seguir con tu vida
Muchas personas persiguen a sus ex parejas cuando una relación tóxica termina, para seguir manteniendo el control sobre su vida y garantizar que no siga avanzando, no vaya a ser que conozca a una persona con la que establezca una relación más sana o se olvide de él o ella.
Cuando te plantees si seguir siendo amigo o darle una segunda oportunidad a un ex tóxico, recuerda que las personas que te quieren no te hacen daño ni te utilizan. No seas amigo de alguien que ha tratado de destruirte.