La silla vacía es una de las intervenciones más interesantes de terapia Gestalt. El término gestalt se refiere a «un todo que es mayor que la suma de sus partes». La terapia gestáltica, formulada por Fritz Perls, se basa en la idea de un ser entero conectado con su entorno, sus seres queridos y sus recuerdos.
Se trata de una técnica realmente llamativa, ya que las personas se tienen que situar frente a una silla vacía y tienen que actuar como si hubiese sentado alguien relevante frente a ellas.
La terapia persigue la creación de una conciencia del aquí y el ahora. La silla vacía es una de las muchas técnicas interactivas utilizadas para ayudar a comprometer los sentimientos, pensamientos y comportamientos del cliente. Estos son los datos que Dan Bloom, psicoterapeuta gestalt de Nueva York, aporta sobre la terapia.
¿Cuándo se debe usar la técnica de la silla vacía?
Suele ser eficaz para facilitar la integración de los clientes de diferentes aspectos de su personalidad con el fin de profundizar en la comprensión psicoterapeútica.
Nos encontramos en muchas ocasiones con personas que sufren una gran pérdida, de manera que entran en un bloqueo profundo del que muchas veces no son capaces de salir y puede llegar a durar años si no se busca tratamiento.
Es por eso que la técnica de la silla vacía se trata de una forma de ayudar a la gente a superarlo. Cuanto menos se esté «en contacto» o pensando abstractamente, más probable es que se deba utilizar esto como una técnica expresiva. No se usa en clientes cuya emotividad sea dramática.
¿Cómo es?
Fritz Perls, uno de los fundadores de la terapia gestalt, popularizó la silla vacía. El cliente imagina a alguien en ella y habla con ella. El cliente entonces se sienta en la silla, continuando la conversación, pero ahora intercambiando los papeles. Aunque la persona puede participar en esta técnica sin el «apoyo» de una silla vacía real.
¿Cómo ayuda al cliente?
Esta técnica a menuda lleva a los clientes a experiencia presentes o inmediatas. Las abstracciones se convierten en momentos animados. Los clientes pueden ser capaces de experimentar diferentes aspectos de sus propios conflictos de una nueva manera a través del diálogo con la silla vacía.
Aunque ha mostrado una gran utilidad para conseguir solventar ese bloqueo emocional, y poder superar los procesos de duelo, tiene una serie de dificultades ya que este método depende de la capacidad de la persona para imaginar y proyectar a alguien con quien conversar. De ahí la importancia de practicar este método siempre bajo la supervisión de un profesional.