No solo las mujeres tenemos punto G. Los hombres tienen un equivalente, conocido como punto R o P, capaz de proporcionarles orgasmos muy intensos. ¿El problema? Se halla en el recto, lo que implica que hay que estimularlo a través del ano, algo que ‘aterroriza’ a más de uno. Pero si dejas a un lado los tabúes, este punto te provocará las sensaciones más placenteras que hayas sentido nunca.
Punto R masculino, el equivalente al punto G femenino
¿Dónde se localiza exactamente?
El punto R se localiza en la próstata, un órgano glandular encargado de contener células que posteriormente genera un líquido seminal que nutre y protege a los espermatozoides. Su ubicación exacta es la parte baja de la vejiga, sobre el perineo, en la parte inferior rectal.
La próstata produce una gran parte del líquido resultante de la eyaculación, por lo que las caricias en este punto pueden provocar un gran placer. Además, tiene un buen número de terminaciones nerviosas, lo que permite alcanzar el clímax.
¿Cómo estimularlo?
Si decidís experimentar con el punto R, es muy importante usar lubricante y estar bien aseado. Y antes de empezar, debes saber que existen dos tipos de estimulación: externa e interna.
Estimulación externa
Lo ideal es empezar con un suave masaje externo en el perineo. De esta forma, irás conociendo tu cuerpo o el de tu pareja.
Estimulación interna
Si la primera parte ha sido placentera, se puede pasar a la estimulación interna, siempre sin olvidar el lubricante. A unos cinco centímetros de la entrada del recto, se encuentra la próstata. Con el dedo, muévelo un poco, toca las paredes internas y aplica distintas presiones, para ir descubriendo lo que provoca mayor placer.
Pero lo estimulación no tiene por qué ser solo manual. Se puede experimentar con el sexo oral o incluso con algún masajeador.
Si dejas a un lado los tabúes, disfrutarás de una de las zonas más erógenas, exóticas y ‘desconocidas’ del cuerpo humano masculino. Y no lo olvides, no tiene nada que ver con la orientación sexual.