Los romanos fueron un pueblo con muy poco aprecio por la vida humana. Estaban muy insensibilizados ante la violencia y no tenían ningún tipo de problema con ver morir salvajemente a un persona.
Quizás por ello la primera asesina en serie de la historia vivió en la Antigua Roma, hace más de 1.900 años. Las historias de sus asesinatos son ahora legendarias.
La historia de Locusta: la primera asesina en serie
Los protagonistas de la historia
La historia se desarrolla en torno a tres personajes de la Antigua Roma: el emperador Nerón, su madre Agripina y Locusta, la mujer con la que ambos conspiraron para matar al padre de Nerón y marido de Agripina, el emperador Claudio.
El matrimonio entre Claudio y Agripina era un auténtico desastre. Por eso, ésta quería que su hijo y heredero legítimo del imperio romano, Nerón, llegara lo antes posible al trono.
Agripina decidió matar a su marido y así poder coronar a su hijo como nuevo emperador. Para ello, acudió a Locusta, una esclava que dominaba bastante bien el «arte» de envenenar a sus víctimas. Ésta no dudó en ayudarlos.
El acuerdo entre Locusta y Nerón
Bajo el reinado de Nerón, Locusta extendió sus dotes y envenenó a cientos de víctimas por placer, convirtiéndose así en una hechicera de prácticas clandestinas.
Como el emperador Nerón conocía su «pasatiempo», pactó un acuerdo con ella. El emperador le ofrecía tierras, dinero, regalos y el perdón por todos sus horribles crímenes, a cambio de que ella se encargara de acabar con sus rivales.
Con el tiempo, la hechicera se fue haciendo conocida y empezó a recibir numerosos contratos y asignaciones. Su afición llegó al siguiente nivel. Se convirtió en una asesina por contrato financiada por el estado. De hecho, incluso fundó una escuela dónde enseñaba el «arte» del envenenamiento.
Su trágico desenlace
Cuando el senado romano se enteró de las prácticas deshonestas del emperador Nerón lo condenaron, pero antes de que fuera castigado él mismo se quitó la vida con su propia daga.
Sin nadie que la protegiera, a Locusta también le llegó su hora. Fue condenada por el senado a ser violada públicamente por una jirafa especialmente entrenada y luego desgarrada hasta la muerte por animales salvajes.
Se trata de una teoría, ya que hay quiénes dicen que la encadenaron y la arrastraron por toda la ciudad para finalmente ejecutarla. Sea como fuere, Locusta se «ganó» el título de la primera asesina en serie de la historia por envenenar y asesinar a cientos de personas.