6 Objetos antiguos que han encontrado y que demuestran lo mucho que les gustaba el sexo a nuestros antepasados

Hoy en día, en pleno siglo XXI, el sexo sigue siendo un tema tabú. Sin embargo, nuestros antepasados nos dejaron restos que demostraban que, en aquella época, los desnudos y la sexualidad no estaban mal vistos.

6 Figuras antiguas que demuestran que para nuestros antepasados el sexo era algo natural

1- Una mujer se afeita el vello púbico en un antiguo monumento italiano

Durante cuatro siglos, todas y cada una de las personas que llegaban a Milán tuvieron que pasar bajo la Porta Tosa, donde se podía ver a una señora afeitándose el vello púbico. Por desgracia, en el siglo XV la derribaron.

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Giovanni Dall’Orto

Esta escultura ahora se exhibe en un museo y alrededor de ella giran varias teorías interesantes. La historia más popular asegura que, cuando Federico I de Hohenstaufen, llamado Barbarroja, atacó la ciudad en 1162, esta joven trepó tranquilamente las murallas, se subió la falda y se rasuró el vello púbico desafiando a los conquistadores que se aproximaban.

Al ver esto, las tropas enemigas quedaron tan conmocionadas que dieron media vuelta y huyeron corriendo. Sin embargo, otra teoría asegura que representa a una de las prostitutas de la ciudad, a quienes se les animó a afeitarse el vello púbico para promover la «higiene sexual«.

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D. Boucard

2- Cerámica peruana

Las culturas peruanas antiguas, como la Moche y la Inca, tenían la costumbre de representar posturas pornográficas en sus figuras. De hecho, los moches tenían básicamente su propio Kamasutra de cerámica.

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Everywhereist

Los estudiosos hablan mucho sobre cómo esta antigua alfarería simboliza su sociedad patriarcal. Veneraban el sexo y lo consideraban una poderosa fuerza con conexiones espirituales.

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William Dellenback

3- Baubo, la Diosa griega del vientre

A los griegos les encantaba crear esculturas que representasen a Baubo, la diosa del vientre. Era básicamente una vagina con cara de mujer.

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Wiki Commons

La historia detrás de ellos involucra a Demeter, la diosa griega de la agricultura, cuya hija, Persephone, fue secuestrada por Hades. Mientras buscaba a su hija, con una gran pena, Deméter se encontró con una anciana llamada Baubo, quien la recibió hospitalariamente y le ofreció algo para beber. Se cree que Deméter se negó a beber hasta que Baubo decidió hacerle bromas relacionadas con la sexualidad para animarla.

Este es el motivo por el cual Baubo siempre ha sido representada como una vagina graciosa y amable.

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Wiki Commons

4- Tablas malditas para destruir los genitales masculinos

En la antigüedad, cuando las mujeres se sentían despechadas por sus parejas, no podían desahogarse escribiendo un enorme texto en Facebook. En su lugar, decidían comprar tablas «malditas» que estaban «específicamente diseñadas» para destruir los genitales de sus ex.

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The Schoyen Collection

Éstas tenían tanta demanda que se producían en masa, y todo lo que el comprador tenía que hacer era decir el nombre de la víctima.

Esta tabla era particularmente original. Estaba dirigida a un senador romano llamado Fistus y presenta el dibujo de una deidad con cabeza de serpiente y una estrella de ocho puntas en el lugar de los genitales.

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Museo Archeologico Civico di Bologna

5- Hermafrodito – Afrodita con pene

Los arqueólogos siguen desenterrando estatuas griegas del siglo IV en adelante que parecen representar claramente a Afrodita, la diosa del amor. En ocasiones, estas estatuas de mujer guapa y esbelta, tienen pene, es decir, representan a Afrodito.

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Boboli Gardens

Afrodito también era conocido como Hermafrodito, el hijo de Hermes y Afrodita en la mitología griega. Según la leyenda, era tan guapo que una ninfa llamada Salmakis se enamoró locamente de él. Tanto fue así que los Dioses unieron a Salmakis y Hermafrodito en un ser andrógino.

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Lady Lever Art Gallery

Otra versión de la historia afirma que Hermafrodito nació con el «encanto y delicadeza» de una mujer, pero la «energía y virilidad» de un hombre. En otras palabras, era una bella dama con un gran pene.

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Francette Pacteau

6- Penes voladores

El pene volador, conocido como el fascinus,  contaba con unas alas destinadas a representar la «encarnación divina del falo». Eran un símbolo de protección contra el mal y los romanos los colocaban en todas partes: sobre las puertas, en las paredes de los mercados, en las ventanas…

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Vassil

De hecho, se usaban para proteger a los niños, porque creían que los penes se cuidaban mutuamente entre ellos.

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Naples Museum of Archaeology

La historia que hay detrás de estas curiosas figuras y esculturas es realmente increíble. Pensar que a día de hoy estos temas sean tabú es algo incomprensible.

¿Conocías alguno de estos mitos? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

Fuente: Cracked