Sabemos que alcanzar el clímax nos genera un gran placer, pero ¿sabes cómo actúa tu cuerpo durante ese proceso? El orgasmo no solo se traduce en una manifestación externa de espasmos y gemidos, también se producen reacciones internas que te hacen sentir satisfecha. ¿Quieres saber más?
Esto es lo que le sucede al cuerpo femenino al llegar al orgasmo
Reacción externa
Cuando estás excitada, ya sea debido a un estímulo visual o físico, el clítoris se expande, la vagina se lubrica y los músculos internos de la zona genital empiezan a moverse.
Temperatura y ritmo
La temperatura corporal aumenta y el ritmo cardíaco se acelera, lo que hace que nos ruboricemos, no solo en el rostro, también en zonas como el pecho.
Inflamación
Si la excitación sigue aumentando, el corazón late cada vez más rápido, y eso se refleja en el clítoris, los senos y los pezones que se inflaman y se vuelven duros al tacto.
Liberación de sustancias
Con los juegos sexuales y la penetración, los músculos del cuerpo se van tensando poco a poco. El orgasmo, supone la liberación de una serie de sustancias que hacen que esa tensión disminuya y sientas placer.
Disfrute máximo
Cuando estás a punto de alcanzar el orgasmo, la zona vaginal se llena de sangre. Una vez alcanzado el éxtasis, las paredes vaginales se contraen brevemente y las pupilas se dilatan. Además, nuestro cerebro libera químicos que nos hacen sentirnos bien y disfrutamos al máximo del momento.
Posibilidad de continuar
Finalizado el orgasmo, y como la zona vaginal sigue llena de sangre y el clítoris está extremadamente sensible, puedes volver a alcanzar otro orgasmo en pocos minutos si la estimulación continúa.
Recuerda que cada orgasmo es diferente y cada mujer lo experimenta de un modo diferente. No obstante, conocer cómo reacciona tu cuerpo (y mente) a la estimulación sexual te ayudará alcanzarlos de forma más sencilla.