Aunque sin duda son un momento incómodo, las ventosidades vaginales son completamente normales y no hay motivo para que nos avergoncemos de ellas. A la gran mayoría de las mujeres les ha ocurrido alguna vez, pero casi todas tienen muchas preguntas que resolver. ¿Por qué a mi? ¿Por qué sale aire?
Todo lo que tienes que saber sobre los pedos vaginales
¿Qué son y de dónde vienen?
Estos gases no provienen del estómago ni del intestino, sino de la vagina. La vagina es flexible, se adapta y vuelve a su tamaño original cuando introducimos algo en ella, permitiendo la entrada de aire, que necesita ser liberado.
¿A qué se debe el sonido?
Aunque el ruido que provocan se parezca al de las ventosidades comunes, no tienen nada que ver con éstas. El sonido se produce por la vibración de los labios mayores, y diferencias de las otras, no se pueden controlar, ya que la vagina no es tan apretada con el recto.
Si intentas contraer la vagina para evitar que entre aire, solo conseguirás que la penetración pueda ser dolorosa. Lo que sí puedes hacer es controlar la cantidad de aire, bajando el ritmo de la penetración y haciéndola menos profunda. Además, el uso de lubricante puede retardarlas y hacer que aparezcan cuando vayas al baño, después del sexo.
¿Con qué posturas son más comunes?
Las posturas en las que la penetración es más profunda, como la del perrito, empujan más aire dentro de la vagina, por lo que hacen que haya más posibilidades de tenerlas. También son comunes al cambiar de postura muy rápidamente, justo después de que tu pareja te haya bombeado el aire.
Ahora que ya sabemos que son normales y que no tienes nada de lo que avergonzarte, lo mucho que puedes hacer cuando te ocurra es disculparte y seguir adelante. Incluso alguna carcajada estaría bien para relajar la incomodidad del momento. Cuando acabéis, si quieres, le puedes explicar a tu pareja a qué se deben.