El origami es un arte japonés que no todo el mundo sabe manejar. Para llevarlo a cabo debes utilizar papel pero no puedes hacer uso ni de tijeras ni de pegamento, solo puedes hacerlo con las manos. El origami no deja de ser lo que seguramente conozcas como papiroflexia, y debes ser muy habilidoso para conseguir alguna figura.
Cristian Marianciuc es un amante de esta técnica y decidió proponerse a sí mismo un reto: plegar y decorar diariamente una grulla de origami durante mil días. Esto, además de ser algo laborioso, requiere de mucha creatividad, pero parece que a él no le falta.
Unas grullas de origami mágicas y llenas de color
1- Colores suaves y plumas alargadas
2- Parece que pueden empezar a volar en cualquier momento
3- Una grulla desde dentro
4- Puedes ver a través de sus alas
5- Inspirada en las flores de primavera
6- Un ave fénix que resurge de sus cenizas
7- La grulla negra
8- Acompañada de más grullas pequeñas
9- Puedes tocarla como un violín
10- La naturaleza son sus alas
11- Con motivos japoneses
12- Son los colores del campo
13- Con un poco de pintura
14- Papel y bolígrafo negro
15- Con flores de papel
16- Un ala rota…
17- …Y otra más
18- Como una libélula
19- Las plumas muy finas
20- Sube las plumas como un pavo real
21- En tonos azules como el cielo
22- Un toque de color con acuarela
23- Con la Iglesia a cuestas
24- Hecha de garabatos en el aire
25- Plasmada en un papel
Algunos están inspirados en cosas como la mitología griega y el folklore japonés, mientras que otros se centran de la alegría de la naturaleza o de las experiencias personales, así es como lo siente el autor cuando se pone manos a la obra.