Numerosos estudios han demostrado que mantener relaciones sexuales semanales entre los 50 y los 83 años mejora la función cognitiva y la memoria. Sin embargo, los hombres de edad avanzada que practican sexo una o más veces a la semana podrían tener riesgo de padecer problemas cardiovasculares. ¿Será por eso que las mujeres mayores de 50 deberían buscarse parejas más jóvenes que ellas?
Por qué las mujeres mayores de 50 deberían tener una pareja sexual más joven
Aunque estamos más acostumbrados a ver hombres maduros con canas con chicas jovencitas, parece que son las mujeres las que más se benefician de tener una pareja más joven que ellas.
Un nuevo estudio realizado por las universidades de Coventry y Oxford ha observado que las parejas de entre 50 y 83 años que tienen relaciones sexuales semanales muestran una mejor función cognitiva que el resto. Un resultado que fue igualmente beneficioso para mujeres y hombres.
Sin embargo, en otra investigación llevada a cabo por la Universidad de Michigan, que se publicó en 2016 en el Journal of Health and Social Behavior, «encontramos que los hombres en edad avanzada que practicaban sexo una vez por semana o más tenían un riesgo de padecer eventos cardiovasculares hasta dos veces mayor que aquellos sexualmente inactivos», explica Hui Lui, quien lideró la investigación.
Todo ello teniendo en cuenta además «la variable de los fármacos que ayudan a los hombres a mantener el vigor sexual, que afectan a su salud de forma significativa».
Sin embargo, en las mujeres ocurre todo lo contrario. Según comenta la sexóloga Zoraida Granados: «Para ellas practicar relaciones en una avanzada edad supone un menor riesgo de sufrir hipertensión arterial y les reporta una mejor salud cardiovascular».
¿Deberían entonces las mujeres mayores de 50 buscarse amantes más jóvenes? Ellas podrían beneficiarse física y mentalmente del sexo, pero los hombres de su edad deberían «mantener relaciones con moderación«.
En cualquier caso, lo que recomienda la sexóloga es «buscar con sus parejas alternativas que puedan ser beneficiosas para ambas partes». Ya que «no hay que olvidar que la sexualidad no se trata solo de coito», sino una forma de establecer «relaciones afectivas esenciales para el desarrollo psicoafectivo: fomenta la autoestima, nos hace sentir queridos y, en definitiva, nos hace la vida más agradable«.
Como dice Ana Sierra, sexóloga y autora del libro Conversaciones sexuales con mi abuela, «la sexualidad está en nuestro cerebro, y mientras este funcione, podremos funcionar sexualmente. Aunque nuestro cuerpo no nos siga, nuestra sexualidad puede ser muy placentera«.