No hay nada más bonito que dos personas que comparten un amor mutuo. Sin embargo, siempre debe haber equilibrio y moderación en una pareja. El amor es algo hermoso, pero pocas saben que la adicción a él puede conducir a la destrucción de una relación.
Las personas estamos naturalmente programadas para ser independientes, por lo que nunca debemos depender de otra persona. Hay que aprender a tener vida tanto dentro de la relación, como fuera de ella.
Señales que demuestran que eres adicto a tu pareja
Necesitar estar con tu pareja en todo momento
Le pides que vaya cuando deberías estar estudiando o te lo llevas a una noche de chicas aunque sepas que tus amigas se van a enfadar. La adicción no es disfrutar de algo, sino no poder detener esa actitud.
Tienes escapadas sexuales regulares a lugares inapropiados
Tener una vida sexual activa es bueno para una relación, pero solo hasta cierto punto. Si tu pareja y tú siempre tenéis actos sexuales en entornos inapropiados, eso es un signo de adicción a la relación.
No puedes concentrarte en el trabajo pensando en tu pareja
Tu mente está a kilómetros de distancia pensando en tu pareja, y por eso te resulta concentrarte muy difícil en cualquier tarea que tengas entre manos. Sabes que no estás rindiendo en el trabajo, y aunque eres consciente de ello, no eres capaz de hacer nada al respecto.
Te resulta difícil ser feliz si tu pareja no está
Cuando tu pareja es tu única fuente de alegría, te vuelves especialmente susceptible a la adicción.
No eres capaz de estar lejos de tu pareja
No sabes qué hacer contigo mismo, por lo que tu primer impulso es ponerte en contacto con tu pareja de inmediato. Es como si no fueras capaz de hacer nada cuando tu pareja no está cerca.
Entras en pánico si te imaginas una vida sin tu pareja
La vida sin tu pareja te parece una pesadilla. No puedes imaginar que un día podría no formar parte de tu mundo, y cuando uno de esos pensamientos se cruzan en tu mente, empiezas a hiperventilar.
Te sientes completamente vacío si no está
En una relación sana, cuando sales una noche con tus amigos puedes enviarle algún que otro mensaje a tu pareja, pero eso no interfiere en tu capacidad de pasártelo bien sin que no esté cerca.
Tienes miedo a estar solo
Hay una diferencia entre estar solo y experimentar soledad. Es normal que las personas tengan miedo a la soledad, pero es completamente diferente a tener miedo a estar solo. Todos debemos sentirnos cómodos en soledad hasta cierto punto.
Tu familia y tus amigos se quejan de que no te ven
Es como si no tuvieras tiempo para nadie más que para tu pareja. Pasas todo el tiempo con tu pareja o pensando en ella, y aunque tus amigos y tu familia se quejan constantemente, a ti no parece importarte mucho.
Estás más interesado en que te dé amor que en darlo
Usas los gestos de tu pareja, sus planes y sus dones para medir su amor sin ti, y te asusta que se quede corto, incluso aunque ponga más esfuerzo en ello que tú.
La aprobación de tu pareja lo significa todo para ti
Todo en tu vida depende de lo que piense tu pareja. Ya no tomas decisiones por tu cuenta. No pides consejo a nadie más, lo que diga tu pareja va a misa. Esa no es una forma saludable de tener una relación.
Estableces reglas para no ver a tu pareja, pero siempre las rompes
Algunas veces intentas remediar la situación y salir con tus amigos prometiéndote a ti mismo que no verás a tu pareja en un día en particular, pero casi siempre terminas rompiendo esta regla.
Tratas de llamar su atención empezando discusiones sin sentido
Constantemente anhelas la atención de tu pareja y recurres a estrategias solo para conseguir su atención. Una de esas estrategias puede ser empezar peleas sin argumento para que centre sus energías en resolver las cosas contigo.
Solo te sientes verdaderamente vivo cuando está cerca
Solo te sientes tú mismo y eres increíblemente feliz cuando estáis juntos y presta toda su atención únicamente en ti. Eso es muy triste.
Dedicas todo tu tiempo a vuestra relación
Tu carrera, la relación con tus amigos y tu familia están en peligro, y todo porque pasas demasiado tiempo y le dedicas demasiada energía a una relación que te está destruyendo lentamente.
El amor es una de las mejores cosas de la vida, pero cuando se convierte en una obsesión, deja de ser bonito y empieza a destruir vuestra relación y a ti mismo. Compártelo con tus amigos.