Una tienda que vestía a mujeres de novias ha pegado el persianazo de la manera más homófoba que se puede hacer. Ha preferido cerrar su negocio tras negarse a vestir a una chica lesbiana que buscaba vestido para su ceremonia y temer a que puedan venir más.
Una tienda de vestidos de novia cierra para no vestir a lesbiana y se amparan en la palabra de Dios
Homófobas, presuntamente, pero religiosas seguro. Una familia de Pennsylvania ha echado el cierre a su tienda tras negarse a atender a una chica homosexual que fue preguntando por un vestido para su boda. Lisa, la gerente de la desaparecida tienda, temía a ser linchada.
Esta es la tienda de la discordia. Por miedo a que vengan en masa más lesbianas a comprar vestidos para contraer matrimonio, y sobre todo, por las críticas que obviamente se ganaría por negarse a atenderlas, ha decidido suprimir sus servicios y extinguir el negocio.
«Supongo que lo que pasaría es que si una clienta entra y una vez dentro nos negamos a atenderle, nos demandará«, decía la responsable de la tienda al medio Christian Post referente al supuesto de que una chica homosexual fuese a comprar.
Según la gerente del negocio homófobo la boda entre personas del mismo sexo no es bíblico, y por eso mismo evita que vayan a sus estilistas para que las vista y se casen. Pero es que no sólo temen a que vayan sino a que se inventen que han ido para crearles crítica:
«Dirán que han estado aquí y mentirán sobre el hecho de que han estado aquí aunque no tengamos ningún registro de que hayan estado aquí», expone en trabalenguas.
Y es que la decisión está tomada y tampoco ha explicado de que vivirán ahora, lo único que ha declarado es que se amparan en Dios: «En cierta manera nos apoyamos en la palabra de Dios y esperamos que él nos ayude a pasar este trago y abra algunas puertas.»