Tamaulipas es un estado de México en el que ocurría un fenómeno que no tenía explicación. Sus habitantes pensaban que la tragedia que incluía los 6 mil kilómetros de superficie bajo el agua, los miles de heridos y las 10 mil víctimas mortales eran parte de un castigo divino. Esto sucedió en 1955 cuando la costa del Golfo de México fue golpeada por tres huracanes que dejaron destrucción y muerte a su paso.
Las ciudades más afectadas fueron Ciudad Madero y Tampico. Los pueblos estaban reducidos a escombros y con toda la tragedia se daban cuenta de lo insignificante que era el hombre ante la naturaleza. Todos pensaban que la catástrofe se debía a un poder sobrenatural.
Las alarmas se volvieron a activar 11 años más tarde frente a la llegada de otro huracán. El miedo consiguió que trabajasen de forma coordinada y llevasen a cabo un plan de evacuación. Finalmente la tormenta se redujo y se minimizaron los daños comparados con otros años. El temor de los habitantes a los ciclones se redujo hasta disiparse ya que en la década siguiente ningún huracán los amenazó.
El patrón se fue repitiendo durante los siguientes años en los que los huracanes se desviaban y esquivaban ambas ciudades. Frente a esto, los ciudadanos comenzaron a pensar que la ciudad estaba protegida por unos extraterrestres que consiguen mantener en calma las aguas del Golfo de México.
Pero los extraterrestres no lo harían si no obtuviesen nada a cambio y las creencias populares aseguran que unos extraterrestres decidieron establecer la base en la costa de Tamaulipas y que por ello desvían huracanes y protege ambas ciudades.
En Tampico y Ciudad Madero se instituyó el día del Marciano el último martes de cada mes. Los ciudadanos afirman que los avistamientos de ovnis por la noche son muy comunes en la playa y las ciudades son bastante atractivas para los aficionados a los fenómenos paranormales.
Desde hace muchos años, las ciudades se han mantenido en calma sin ninguna señal de huracanes y los tamaulipecos siguen pensando que una fuerza sobrenatural sigue protegiendo la playa de desastres naturales.