Estás en una relación más o menos «oficial» y todo parece ir bien, pero de repente te paras a pensar y te das cuenta de algo bastante extraño. A pesar de que lleváis un tiempo quedando y que la otra persona ya ha conocido a la mayoría de tus amigos, tu familia e incluso a tu perro, tú aún no conoces a ni una sola persona de su vida.
Además, en redes sociales te omite y no comparte nada relacionado contigo, y cuando habla con alguien, tu nombre no aparece por ningún sitio.
Si te sientes identificado, quizás estés siendo victima del stashing, un comportamiento de las personas que esconden sus sentimientos. Ocurre cuando la persona con la que sales evita presentarte a nadie de su vida y no publica nada en redes sociales que os vincule.
Con ello consiguen dar a entender que no están saliendo con nadie por lo que pueden relacionarse con otras personas, hacer lo que quieran y por lo tanto, ser muy desconsiderados con la pareja.
En la pareja existen dos roles, uno conocido como el fantasma y otro como el fantasmeado. El fantasma utiliza al otro hasta que decide terminar con la relación y hace sufrir al otro que se siente culpable, ya que no sabe lo que ha hecho mal para que todo termine.
Si el fantasmeado intenta hablar con el fantasma para encontrar una respuesta al problema, aparecerán miles de excusas, dirán que está exagerando, preguntarán por qué le molesta tanto no aparecer en redes sociales y conseguirá que el fantasmeado piense que es él el que está equivocado.
Si piensas que eres víctima de stashing, puedes enfrentarte a esa persona y conseguir una explicación o cortar con la relación ya que solo te traerá problemas porque el fantasma probablemente quiera seguir soltero y hacer lo que le apetezca.