La autopsia del pequeño Gabriel sigue despojando información sobre cómo murió el pequeño «pescaíto» el pasado febrero a manos de la novia de su padre. Las últimas pruebas confirman que Ana Julia Quezada lo estranguló poco después de salir de casa de la abuela.
Ana Julia Quezada mató al niño Gabriel una hora después de terminar de comer
Mientras la criminal duerme entre rejas a la espera de la sentencia final del juez, los forenses siguen desgranando detalles que recogieron del cadáver de Gabriel Cruz para esclarecer minuciosamente lo ocurrido aquel fatídico 27 de febrero en Níjar, Almería.
Las últimas aportaciones de la autopsia han determinado que el niño murió asfixiado «una o dos horas» después de que terminase de comer, es decir, momentos después de que saliese de casa de su abuela y la asesina confesa lo secuestrara y matara en la finca familiar.
Los informes confirman claramente que lo estranguló cuando ni tan siquiera se había denunciado la desaparición del menor y se iniciase todo el proceso que mantuvo a todo un país en vilo más de dos semanas y media. La autopsia ha determinado que el «pescaíto» comió pasadas las 15h30 y hora y media más tarde la dominicana acabó con su vida.
Una prueba más de que la ex pareja del padre del pequeño premeditó la muerte del niño y no fue, como apuntaba ella al principio de la investigación, en defensa propia y fortuitamente tras una discusión. Lo secuestró, lo asfixió y lo enterró en la acequia de la finca mientras burló a los investigadores en la farragosa búsqueda por todo el pueblo.
Y todo esto está ocurriendo mientras la criminal implora a los mandamases del centro penitenciario de Almería más seguridad por miedo a las reclusas. Al parecer Ana Julia Quezada habría recibido insultos y empujones de sus compañeras internas en los pasillos, duchas y durante su estancia en el recreo, ya que desde hace unas semanas perdió la protección diaria de la reclusa sombra.