Todos hemos escuchado alguna vez la conocida frase ‘polvo somos y en polvo nos convertiremos’, pero pocas veces nos planteamos qué ocurre realmente con los cuerpos que enterramos o cremamos una vez abandonamos este mundo.
Actualmente, los métodos funerarios que utilizamos afectan al medio ambiente. Por un lado, los ataúdes no son nada ecológicos y por otro, el proceso de cremación llena la atmósfera de contaminantes. Estas son algunas de las razones por las que los científicos buscan cada día nuevas soluciones para nuestros cuerpos una vez llegue el día del juicio final.
Susanne Wiigh-Mäsak es una bióloga sueca que parece haber encontrado una nueva alternativa a estos problemas, a la que ha llamado promession. Susanne ha pasado los últimos 20 años de su vida investigando y desarrollando el concepto de este innovador sistema de descomposición de los cadáveres.
El proceso consiste en lo siguiente: tu cuerpo se congela, después se introduce en una máquina que lo agita hasta que se convierte en polvo para más tarde deshidratarlo y crear una pasta de material orgánico que no contaminaría.
Susanne también ha ideado unas cajas hechas de trigo o restos de patatas en las que introduciría este último material orgánico antes de enterrarlo a tan sólo 30 o 50 cm de profundidad. En menos de 18 meses, estos materiales se habrán mezclado con la tierra, continuando así el ciclo de la vida.
La compañía Promessa Organic se fundó en 1997, y desde entonces tanto Susanne como la propia empresa han estado trabajando en la forma de poder llevar esta teoría a la realidad. Hasta el momento no han hecho ninguna prueba en cuerpos humanos, pero sí han conseguido realizar pruebas exitosas con cerdos.
El gobierno sueco se está planteando cómo legalizar este proceso alternativo a la cremación y los entierros, y la compañía ya está expandiendo su idea por todo el mundo para conseguir los apoyos necesarios. Habrá que esperar a ver si pueden convertir Promession en una realidad.