Todos los días salen a la luz historias y noticias sobre amantes o amores imposibles, pero sin duda alguna, «Romeo y Julieta» está considerada la historia de amor más romántica de todos los tiempos.
Es cierto que hace referencias constantemente al «amor verdadero», pero también es bastante trágica, ya que los amantes tienen prohibido encontrase. Entonces, ¿qué es lo que hace ese concepto tan romántico? ¿La idea de amor prohibido?
No es necesario que sea una historia tan dramática. Puede tratarse de tu jefe, de un hombre o una mujer casada, la chica que le gusta a tu mejor amigo, el ex-novio de una amiga, la persona con la que tus padres nunca querrían que estuvieses… Para muchas personas los amores prohibidos son más atractivos.
Tendemos a considerar «amor verdadero» a aquel que prevalece contra viento y marea, al que no entiende de edad, ni de religión, ni de política, aquel por el que no estás dispuesto a dejar de luchar y que se hace fuerte ante las adversidades.
Sin embargo, tenemos que partir de la base de que existen diferentes tipos de amor. El amor, como una emoción a largo plazo es muy distinta de la de a corto plazo. Se utiliza el término de limerencia para describir las emociones intensas que se experimentan a corto plazo. Según los psicólogos, la limerencia consume gran cantidad de pasión e implica gran cantidad de fantasía.
Es algo parecido a lo que ocurre con el amor prohibido. Un anhelo intensivo por una persona. Para que tenga la categoría de limerencia, la persona debe ser, de alguna manera, inalcanzable. El hecho de que la limerencia se perpetúe cuando a una pareja se le impide estar junta explica por qué los amores prohibidos generan tantas emociones.
La pregunta clave es la siguiente: ¿es este amor verdaderamente romántico? El no poder estar con la persona que deseas puede ser devastador tanto física como emocionalmente y es que, a pesar de que la distancia hace crecer el cariño, también rompe el corazón.
El amor prohibido no siempre es romántico. Es doloroso. Es trágico. No se trata únicamente de sentir atracción hacia la persona equivocada, sino de amargarnos literalmente la vida persiguiendo a alguien que o tiene pareja o no nos desea, o por las cuestiones que sea, está fuera de nuestro alcance.
Desgraciadamente, cuanto más inaccesible nos resulta una persona, más valor le damos, y hay personas que disfrutan de un reto más que de cualquier otra cosa.