Por qué no deberías sentirte culpable cuando te masturbas

La Biblia no nos dice en ningún momento que masturbarse sea un pecado, sin embargo, en numerosos lugares se enseña lo contrario. Es un tema tabú del que no se habla habitualmente y, sin embargo, es una parte importante de la vida de todos los individuos de este planeta.

El corto que ha revolucionado en todo el mundo

La directora Karen Maine creció en una escuela católica, durante los años 90, en Iowa. Allí, la educación sexual consistía básicamente en un vídeo de un aborto, que era tan brutal que la escuela hacía firmar a los padres un consentimiento antes  de que los niños vieran el vídeo.

Por lo demás, no hay mucho que destacar en lo que educación sexual se refiere, aparte de la abstinencia hasta el matrimonio.

«Mi amigo del colegio me enseñó como usar un preservativo deslizándolo en la palanca de cambios de su coche. Es casi un milagro que sepa usarlo», explicó Maine en una entrevista con el medio The Guardian.

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El corto Yes, God, Yes es autobiográfico y nos muestra una perspectiva sexual a la vez que divertida de una adolescente que descubre la masturbación y la sexualidad en una escuela católica durante los 90. Coincidiendo justo con la llegada de internet a los hogares que abría todo un mundo de posibilidades.

Natalia Dyer, actriz popular por Stranger Things, es la protagonista absoluta de este corto. En él, mientras está jugando en una página de internet, recibe un chat privado con fotos de un hombre y su mujer en situaciones comprometidas.

Esto será lo que de pie a que empiece a explorar la masturbación al mismo tiempo que recibe el mensaje opuesto por parte de su escuela. Algunas de las escenas más divertidas ocurren en clase cuando los curas dicen cosas del tipo «los hombres son como microondas y las mujeres como hornos». 

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Maine asegura que quiere poder escribir y hablar sobre temas que se han convertido en taboo en la sociedad actual y así intentar que sean algo más normal. En el año 2014, escribió el corto Obvious Child, que trataba sobre el aborto.

«Este corto es una historia de amor de una mujer y su vagina«, explica Maine. La directora se ha inspirado en su propia vida para este corto y aunque admite que ella no descubrió la masturbación gracias a internet, sino a un objeto de masajes que su padre había comprado, se siente muy identificada con toda la situación.

En apenas diez minutos, esta película nos presenta la hipocresía de la religión y, especialmente, la moraleja de que poca gente practica lo que enseña o dice.

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Podemos ver la curiosidad y el despertar sexual de esta adolescente que se cuestiona todo lo que le habían enseñado que debe creer hasta el momento. La masturbación toma un papel importante en todos los humanos, no sólo físicamente sino psicológicamente.

El corto nos recuerda lo absurdo de las prohibiciones sexuales y como los propios religiosos pueden ser los primeros en cometer los pecados que afirman que no hay que llevar a cabo. 

¿Estás de acuerdo con el mensaje de este corto? ¿Crees que hay que eliminar los temas tabú de esta sociedad?

Fuente The Guardian