Nos referimos a sueños lúcidos como aquellos sueños en los que el soñador permanece consciente y es capaz de controlarlos. Esta toma de conciencia puede ir desde un débil reconocimiento de que se está soñando, hasta una ampliación momentánea de la perspectiva.
Los sueños lúcidos generalmente ocurren cuando una persona está en mitad de un sueño normal y corriente, y de repente se percata de que está soñando sin llegar a despertarse. A esto se le llamaría «sueño lúcido iniciado desde el sueño«.
De igual forma, también existirían los sueños lúcidos iniciados directamente desde la vigilia. En estos casos, nuestra mente pasaría de un estado de vigilia a un estado de sueño sin que haya una caída de la conciencia.
En cualquier caso, este tipo de sueños suelen ser más extraños y emocionales que los sueños normales. Y lo más importante y característico, en un sueño lúcido se tiene cierta capacidad para controlar a tu «yo soñador» y tu entorno.
Si pretendes disfrutar de uno de estos sueños, es imprescindible que haya cierta preparación:
1- Mentalízate y previsualiza tu sueño durante el día
Es importante que pienses y te concentres durante el día sobre qué quieres soñar por la noche. Puedes leer sobre el tema hasta que te vayas a dormir o hablar con tus amigos al respecto. La clave es mantenerte enfocado durante el día.
También es muy importante que te concentres en lo que harás. Si nunca lo has hecho, prueba a leer las experiencias de otras personas y trata de imaginar cómo será la tuya.
2- Créate un tótem
Si has visto la película Origen (Inception), te podrás imaginar por dónde van los tiros de este punto.
Puedes escribirte una pequeña «D» sobre el dorso de tu mano que significará «despierto». De esta forma, cuando la mires, pregúntate: ¿estoy soñando?
Intenta hacerte esta pregunta a lo largo del día cuantas veces sea posible. Pregúntatelo de verdad, intenta recordar qué estuviste haciendo hace 10 minutos para asegurarte de que no estás soñando. Cuanto más practiques este punto, mayor serán las posibilidades de que tengas un sueño lúcido.
3- No mires ninguna pantalla una hora antes de dormir
Guarda el móvil y deja a un lado la televisión. De esta forma, tu cuerpo podrá producir suficientes hormonas que indicuen sueño. Si es posible, baja la intensidad de la luz de tu habitación o apágala.
4- Despiértate dos horas antes de lo normal
Utiliza una alarma que sea capaz de despertarte pero que no sea demasiado ruidosa. Es conveniente que pongas tu alarma lo suficientemente cerca como para poder apagarla sin levantarte de la cama ni abrir los ojos. Además, intenta tener un boli y un «diario de sueños» a mano.
5- Cuando te despiertes, no abras los ojos
Este punto quizás sea uno de los más difíciles de cumplir, pero también uno de los más importantes.
Aunque tu mente se despierte, mantén los ojos bien cerrados. Una vez que apagues la alarma, debes volverte a dormir. Este paso es muy importante ya que te permitirá estar entre un sueño profundo y un despertar inducido.
Al despertarte habrás activado tu cerebro. La importancia del tótem de tu palma es que si accidentalmente te quedas dormido, probablemente también lo verás en el sueño y así éste se volverá más lúcido. Es una especie de trampa.
Cuando despiertes, puede que sientas un poco de miedo ya que es posible que experimentes algo conocido como «parálisis del sueño«, situación en la que tu mente estará despierta y alerta pero tú serás incapaz de moverte.
No te preocupes, no es peligroso. Es la manera de llegar a un sueño lúcido. Esto sucede debido a que interrumpiste el sueño REM y tu cuerpo intenta ponerte en él. Tu objetivo es permanecer despierto mientras esto ocurre. De esta forma entrarás directamente en el sueño lúcido ya que tu mente nunca se dormirá del todo.
6- Piensa y manténte en el sueño lúcido
Si realizas todos los pasos correctamente, es posible que te encuentres inmóvil, con los ojos cerrados y la mente activa. Relájate y deja que tu mente se adentre en lo que podrían parecer alucinaciones. Es posible que veas colores, luces, formas, personas o que escuches sonidos desconocidos.
Al principio, todo te parecerá muy extraño y sin conexión, pero en poco tiempo todas las piezas comenzarán a encajar. Te encontrarás tan inmerso en lo que te rodea que serás capaz de mirar y comprender todo a tu alrededor. Estarás en un sueño lúcido que abre todo un mundo de posibilidades a tu imaginación.