
Poesía, ¿qué es poesía? La poesía es más que palabras, oraciones y rimas. Es expresar. La poesía es un género literario que habla con el corazón, es la manifestación, por medio de la palabra, de los sentimientos, emociones y reflexiones del ser humano.
Pero, ¿qué sería la poesía sin amor? Ese sentimiento que mueve fronteras, que une mundos, que no necesita ser entendido, solo ser demostrado.

De eso sabe mucho Pablo Neruda, uno de los poetas chilenos más reconocidos a nivel mundial, ganador del premio Nobel de Literatura y uno de los más grandes poetas del siglo XX. Su talento es admirado, reconocido e indudable, y aquí te dejamos una pequeña muestra de ello.
10 mejores poemas de amor de Pablo Neruda
Amor
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por bebertela leche de los senos como de un manantial,por mirarte y sentirte a mi lado y tenerteen la risa de oro y la voz de cristal.Por sentirte en mis venas como Dios en los ríosy adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,porque tu ser pasara sin pena al lado míoy saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabríaamarte, amarte como nadie supo jamás!Morir y todavía amarte más.Y todavía amarte más y más.
La inmensidad del amor, lo fuerte y lo profundo que puede llegar a ser este pensamiento.
Para mi corazón basta tu pecho
Para mi corazón basta tu pecho,para tu libertad bastan mis alas.Desde mi boca llegará hasta el cielolo que estaba dormido sobre tu alma.Es en ti la ilusión de cada día.Llegas como el rocío a las corolas.Socavas el horizonte con tu ausencia.Eternamente en fuga como la ola.He dicho que cantabas en el vientocomo los pinos y como los mástiles.Como ellos eres alta y taciturna.Y entristeces de pronto, como un viaje.
La presencia de una mujer que, tras su partida, queda eternamente viva en el recuerdo.
Era mi corazón un ala viva y turbia…
Era mi corazón un ala viva y turbia…un ala pavorosa llena de luz y anhelo.Era la primavera sobre los campos verdes.Azul era la altura y era esmeralda el suelo.Ella -la que me amaba- se murió en primavera.Recuerdo aún sus ojos de paloma en desvelo.Ella -la que me amaba- cerró sus ojos… tarde.Tarde de campo, azul. Tarde de alas y vuelos.Ella -la que me amaba- se murió en primavera…y se llevó la primavera al cielo.
El recuerdo de esa mujer que una vez amó, la fuerza del alma.

No estés lejos de mi…
No estés lejos de mí un sólo día, porque cómo,porque, no sé decírtelo, es largo el día,y te estaré esperando como en las estacionescuando en alguna parte se durmieron los trenes.No te vayas por una hora porque entoncesen esa hora se juntan las gotas del desveloy tal vez todo el humo que anda buscando casavenga a matar aún mi corazón perdido.Ay que no se quebrante tu silueta en la arena,ay que no vuelen tus párpados en la ausencia:no te vayas por un minuto, bienamada,porque en ese minuto te habrás ido tan lejosque yo cruzaré toda la tierra preguntandosi volverás o si me dejarás muriendo.
La necesidad de expresar las ganas de estar con esa mujer por la que se siente un profundo e intenso sentimiento.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche…
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».El viento de la noche gira en el cielo y canta.Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Yo la quise, y a veces ella también me quiso.En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.La besé tantas veces bajo el cielo infinito.Ella me quiso, a veces yo también la quería.Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
La inmensa tristeza de no poder esta con la persona amada.
Soneto 93
Si alguna vez tu pecho se detiene,si algo deja de andar ardiendo por tus venas,si tu voz en tu boca se va sin ser palabra,si tus manos se olvidan de volar y se duermen,Matilde, amor, deja tus labios entreabiertosporque ese último beso debe durar conmigo,debe quedar inmóvil para siempre en tu bocapara que así también me acompañe en mi muerte.Me moriré besando tu loca boca fría,abrazando el racimo perdido de tu cuerpo,y buscando la luz de tus ojos cerrados.Y así cuando la tierra reciba nuestro abrazoiremos confundidos en una sola muertea vivir para siempre la eternidad de un beso.
El choque entre el amor y la muerte. El sentimiento de duelo.
Soneto 83
Es bueno, amor, sentirte cerca de mí en la noche,invisible en tu sueño, seriamente nocturna,mientras yo desenredo mis preocupacionescomo si fueran redes confundidas.Ausente, por los sueños tu corazón navega,pero tu cuerpo así abandonado respirabuscándome sin verme, completando mi sueñocomo una planta que se duplica en la sombra.Erguida, serás otra que vivirá mañana,pero de las fronteras perdidas en la noche,de este ser y no ser en que nos encontramosalgo queda acercándonos en la luz de la vidacomo si el sello de la sombra señalaracon fuego sus secretas criaturas.
La intimidad de la pareja, especialmente durante la noche.
Para mi corazón basta tu pecho…
Para mi corazón basta tu pecho,para tu libertad bastan mis alas.Desde mi boca llegará hasta el cielolo que estaba dormido sobre tu alma.Es en ti la ilusión de cada día.Llegas como el rocío a las corolas.Socavas el horizonte con tu ausencia.Eternamente en fuga como la ola.He dicho que cantabas en el vientocomo los pinos y como los mástiles.Como ellos eres alta y taciturna.Y entristeces de pronto, como un viaje.Acogedora como un viejo camino.Te pueblan ecos y voces nostálgicas.Yo desperté y a veces emigran y huyenpájaros que dormían en tu alma.
El amor, ese sentimiento que nos inunda y nos enloquece.
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo…
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,en regiones contrarias, en un mediodía quemante:eras sólo el aroma de los cereales que amo.Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copaen Angol, a la luz de la luna de Junio,o eras tú la cintura de aquella guitarraque toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.Pero yo ya sabía cómo era.De pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
El amor, el recuerdo, esa sensación de recordar los momentos con la persona querida.