Las declaraciones de Ana Julia muestran la estrategia que ha usado para intentar librarse de la prisión permanente revisable

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Solloza, llora, pero miente a la cara del juez. La asesina confesa del pequeño Gabriel Cruz se ha sentado en el banquillo para defenderse del asesinato del hijo de su expareja aquel febrero de 2018. La acusación pide prisión permanente revisable y ella ha intentado que el juez la crea modificando su versión y asegurando que lo asfixió sin querer.

Ana Julia Quezada admite al juez que asfixió a Gabriel Cruz

La historia ha tenido que volver a ser relatada punto por punto desde que la relación sentimental entre la dominicana y el almeriense Ángel Cruz comenzó a forjarse. Quezada contó como se enamora del padre del niño que asfixió, por qué Gabriel le llamaba «fea» y que se volviese a su país, y el trágico final que todos conocemos, y por el que está sentada ante la justicia.

Ana Julia Quezada ante el juez, El programa de AR, Telecinco

Visiblemente abatida, con un rostro triste, desolado y hundida literalmente en la silla que la enfrenta a la justicia. Le tienen que dar agua en ocasiones, pide perdón al magistrado por interrumpir sus relatos con sollozos, llantos y otras frases de difícil comprensión. Pero finalmente lo confiesa, vuelve a reconocer que sí mató al pequeño «pescaíto».

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«Veo a Gabriel ahí con un palito»… llora. «Perdóneme, perdóneme…», contaba la rea en la sala de acusados.  «Le digo, venga súbete al coche y vente conmigo a Rodalquilar que voy a pintar y ahora te traigo«, cuenta entre sollozos para llegar a la conclusión de que el pequeño se subió al coche por su propia voluntad y no obligado, es decir, raptado.

«Digo, Gabriel dame el hacha que te vas a hacer daño, y me dice: «No, no te la doy que siempre me estás mandando y no quiero que me mandes. Eres fea. Yo quiero que mi padre se case con mi madre y te deje a ti. No te quiero«, relata el momento clave de la investigación en la que, miente, y no explica el golpe en la cabeza que sí aparece en la autopsia. 

Simplemente admitió que le tapó la boca y la nariz con una mano hasta asfixiarlo: «Que dejara de decir esas cosas; Cuando le quité la mano, el niño ya no respiraba», reveló tras la pregunta del juez de por qué le tapó la boca.

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Fuente e imágenes: Telecinco
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