Las 5 Posiciones sexuales que más rápido consiguen que la mujer llegue al orgasmo

Las mujeres y los hombres no suelen ponerse de acuerdo en la cama. Tenemos diferentes anatomías y gustos, y lo que es agradable para tu pareja no significa que lo sea para ti, y viceversa. No obstante, hay ciertas posturas con las que acertarás seguro y harás que ella alcance el orgasmo en un 100% de los casos.

¿Quieres descubrir qué posiciones favorecen el orgasmo femenino?

Está claro que cada mujer es distinta en la cama, sin embargo, todas ellas suelen tener un ciclo parecido a la hora de llegar al orgasmo que suele durar unos 15 minutos aproximadamente.

Durante este periodo, las mujeres experimentan diferentes etapas que se van sucediendo una tras otra, causando diferentes sensaciones de excitación que podemos observar a simple vista.

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Excitación sexual: Corresponde a la primera respuesta del cuerpo femenino ante cualquier tipo de estímulo sexual inicial. Esta fase se caracteriza por una mayor lubricación vaginal, un clítoris agrandado y sensible, labios vaginales hinchados, senos inflamados y pezones endurecidos.

Meseta: En esta fase, los cambios físicos originados en la fase de excitación sexual se acentúan e intensifican enormemente.

Orgasmo o clímax: Llega el momento del orgasmo. Esta fase solo dura unos pocos segundos durante los cuales la mujer experimenta las sensaciones más extremas y placenteras debido a que tanto la vagina como el útero y el recto sufren unas increíbles contracciones musculares involuntarias.

Resolución: Durante esta última etapa, el cuerpo femenino comienza a volver a su estado normal de forma gradual.

¿Qué posiciones favorecen el orgasmo femenino?

Técnica de alineación coital

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La técnica de alineación coital está basada en la postura del misionero. La mujer se tumba boca arriba sobre una superficie cómoda; pero en lugar de mantener las piernas abiertas, tendrá que tenerlas ligeramente cerradas durante todo el proceso. De esta manera, aumenta el nivel de estimulación para ambos.

Otra de las principales diferencias con la postura del misionero es que la mujer debe tener la pelvis algo elevada. Esto puede conseguirse fácilmente colocando una almohada bajo la cadera. Una vez que ella esté en la postura correcta, el hombre debe colocarse encima y aguantar el peso de su cuerpo sobre los codos.

Las rodillas del hombre deben estar tocando los muslos de la mujer, de tal forma que las caderas de ambos queden alineadas (de ahí viene el nombre de la técnica). En este momento, se comienza la penetración: en lugar de realizar movimientos de adelante hacia atrás, como en la postura del misionero clásica, el pene debe moverse de arriba hacia abajo.

De esta manera, con cada penetración, el cuerpo del pene se introducirá en la vagina, y además estimulará directamente el clítoris de la mujer, proporcionándole un mayor placer. Aquí reside el principal secreto de la técnica de alineación coital.

Posición de tuerca enroscada

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En esta, también es el hombre el que tendrá el control absoluto de los movimientos de la penetración, pero la mujer, al tener que mantener sus piernas elevadas, disfrutará de una estimulación mucho más satisfactoria.

La mujer queda recostada bocarriba en una superficie plana con las piernas estiradas hacia arriba y cruzadas una encima de la otra. El hombre está parado de pie a la altura de la cadera de ella, de tal forma que facilite la penetración.

Para conseguir la pose y no perderla durante el acto, él debe tomar las piernas de su pareja y mantenerlas estiradas ya que con el movimiento es probable que ella intente desprenderse.

El control de la penetración y el ritmo son 100% responsabilidad del hombre, y esta pose estimula mucho más el pene, así que a ambos les encantará.

Se recomienda iniciar con caricias y mantener la comunicación para que ambos disfruten y lleguen juntos al orgasmo.

Posición de la mariposa

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La clave para empezar el vuelo es estar correctamente alineada con tu pareja. Primero, es necesario encontrar un lugar donde la mujer pueda quedar tumbada y el hombre pueda estar de pie frente a ella.

Consejo: debe ser un sitio en el que la pelvis de la mujer quede un poco por debajo de la del hombre (la cama, si es bastante alta, o una mesa, encimera o incluso el capó de un coche).

La mujer deberá elevar las piernas hasta colocarlas en los hombros del chico  y luego inclinará la pelvis hacia arriba de manera que su espalda forme una línea recta hacia el hombre y ambos genitales se encuentren. El hombre podrá colocar sus manos en las caderas de la mujer para que pueda mantener sus nalgas en el ángulo perfecto para la penetración.

Algunos truquitos para que la mujer sienta más placer aún con esta pose son que el hombre apriete más intensamente los glúteos de ella o que con su dedo pulgar presione el clítoris.

Posición del trono del rey

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Esta postura es una de las que puede proporcionarle más placer a la mujer, y la razón es que permite una penetración que estimula muchísimo más el punto G que otras posiciones. Este se encuentra en la parte superior de la pared frontal de la vagina y cuando se estimula puede conducir a la mujer hacia uno de los orgasmos más potentes e intensos de su vida.

El hombre debe sentarse en el borde de la cama, del sofá, de una butaca o en una silla, apoyando los pies en el suelo y manteniendo la espalda recta. La mujer debe acomodarse sobre su pareja, sentándose sobre sus piernas de manera que se coloque dándole la espalda a él. La mujer debe mantener las piernas juntas e inclinar el cuerpo ligeramente hacia un lado para facilitar la penetración.

Una vez en esta pose, ella tendrá el control de los movimientos y del ritmo de la penetración, pudiendo moverse de arriba hacia abajo y de delante hacia atrás. El hombre también puede arquear ligeramente la espalda de la mujer e inclinarse un poco hacia delante si quiere tomar el control y dirigir los movimientos y la intensidad de estos.

Posición del tornillo

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Para finalizar, si hablamos de posturas para que la mujer tenga más placer, no podemos olvidarnos del tornillo. Durante la penetración, se produce una excelente fricción y con cada uno de los movimientos se estimula el clítoris.

La chica debe acostarse en el borde de la cama y flexionar las piernas hacia un costado. Esto permite mantener el clítoris atrapado entre los labios vaginales, y accesible para que durante la penetración él pueda estimularlo.

El hombre también tendrá frente a los senos de su amante, para poder acariciarlos y disfrutarlos.

¿A qué estás esperando para poner estas posiciones en práctica?

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