Los empleadores de hoy en día buscan algo más que un buen conocimiento técnico por parte del empleado. Existen un tipo de habilidades que no pueden ser cuantificadas pero que son imprescindibles a la hora de crear un buen ambiente en una empresa.
«La mejor manera de conseguir lo que quieres es averiguar por qué alguien más quiere que lo tengas'», dice la experta Michelle Tillis Ledermen, fundadora de Executive Essentials y autora de The 11 Laws of Likability.
¿Te ves preparado para conseguir el trabajo de tus sueños? ¡Primero necesitas adquirir estas habilidades!
1- Saber trabajar en equipo
Según la última encuesta realizada por la National Association of Colleges and Employers (NACE), el 78% de los empresarios buscan empleados que puedan trabajar en equipo, haciendo de esta la cualidad más valorada en el mundo laboral.
Para ello deberás mostrarte abierto, empático y sincero hacia tus compañeros de trabajo. Si te cierras a los demás, la gente se pondrá a la defensiva, lo que dificultará el trabajo en equipo y que tus ideas sean aceptadas.
2- Ser autosuficiente
Hoy en día los empresarios buscan a gente que sepa desempeñar sus tareas con poca o ninguna supervisión directa.
Según la encuesta de NACE, el 65% de entrevistadores buscan candidatos con iniciativa. «Sin auto-motivación no alcanzaremos nuestro máximo potencial para el éxito», decía Lederman. Esto significa que tienes que ser capaz de ser tu propio jefe.
3- Ser curioso
Tomar la iniciativa no significa que no puedas hacer preguntas, de hecho, hacerlo puede ser realmente proactivo. Es más eficiente que te asegures de estar haciendo bien las cosas que perder el tiempo completando un trabajo equivocado.
Ser capaz de pedir ayuda cuando es necesario es una habilidad importante que no recibe mucha atención. La mayoría de los empresarios prefieren contratar a alguien que sepa cuándo es el momento de hacer preguntas que a alguien que piensa que ya lo sabe todo.
4- Ser un líder para los demás
El liderazgo es una de las características más deseadas pero menos común entre los candidatos a un empleo. Pero, ¿qué implica realmente ser un líder? Es más que decirle a la gente qué hacer.
En lugar de eso, significa motivar a los demás, colaborar con el resto del equipo para establecer metas de la empresa, hacer que las ideas y opiniones de los demás sean valoradas y alentar a los demás para que den la mejor versión de sí mismos.
Esto fomenta un sentimiento positivo entre el personal, lo que conduce a una mejor productividad. «La base de un buen líder es la capacidad de construir relaciones con la gente».
5- Tener la confianza de los demás
Si no haces lo que debes hacer cuando se supone que debes hacerlo, te encontrarás en la calle más pronto que tarde. La encuesta de NACE encontró que el 72% de los entrevistadores buscan en el curriculum de un candidato una fuerte ética de trabajo.
Tanto tus compañeros como tu jefe necesitan saber que pueden contar contigo para obtener un buen trabajo.
6- Saber escuchar a los demás
De acuerdo con una encuesta realizada por el Consejo de Admisión de Administración de Graduados (GMAC), las habilidades que más desean las empresas tienen que ver con la comunicación.
Eso no significa que se valoren los trabajadores más habladores, sino los que permiten una buena comunicación. En muchas ocasiones, saber escuchar pude ser la solución del problema.
La escucha activa permite a todas las partes se sientan escuchadas y comprendidas. De esta forma también podemos llegar a la raíz de un conflicto incluso cuando este no parece ser muy obvio.
7- Tener decisión
Para poder tomar decisiones sólidas, tienes que estar seguro de tu capacidad para hacerlo. «La confianza en nuestras habilidades y competencia es esencial en la toma de decisiones«.
Tu jefe confiará en ti y te dará voz y voto en el devenir de la empresa. Una actitud despreocupada te convertirá en un empleado menos valioso.
En algunos casos, tomar una mala decisión podría ser mejor que no hacer nada, aunque por supuesto, siempre ayuda que realmente sepas lo que estás haciendo.
8- Estar equilibrado
Para ser un buen profesional, debes saber mantener tus emociones bajo control. Recuerda que tu estado emocional afectará a los que te rodean.
«La energía es contagiosa», decía Lederman. «Si permites que tus cambios de humor afecten a tu productividad, también puedes esperar que impacten negativamente en tus compañeros».
9- Soportar el trabajo bajo presión
El estrés es una de las enfermedades más extendidas entre la sociedad moderna. Si permites que la presión te consuma, tu productividad puede caer en picado.
La primera manera de tratar este problema es identificar cuáles son los detonantes de tu estrés (plazos muy ajustados, hablar en las reuniones, la crítica de tu jefe) para a continuación intentar encontrar estrategias que te ayuden a calmar y gestionar el estrés.
10- Optimizar el tiempo
Una de las formas en que puedes manejar el estrés en el trabajo es gestionando correctamente el tiempo y la organización. Acabar los trabajos fuera de plazo no hablará muy bien de ti, así que busca formas de ser más eficiente.
«¡La multitarea es un mito!» Decía Lederman. «Eso solo funciona cuando las tareas son repetitivas y no requieren intervención mental. Cuando tienes que realizar tareas que necesitan de tu concentración, bloquea todo lo demás y serás más eficiente».