La montaña rusa de la muerte

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La idea de morir y abandonar la vida terrenal resulta aterradora para todo el mundo. Y es que, dejando a un lado el temor que pueda tener cada persona sobre qué nos espera al morir, ¿quién no asocia la muerte a momentos de angustia y terribles sufrimientos? Pensándolo así, ¿la afrontaríamos mejor si ésta llegase de otra forma más estimulante?

Pues algo así pensó el ingeniero lituano Julijonas Urbonas cuando decidió crear la montaña rusa de la muerte, una gigantesca atracción destinada a dar a sus pasajeros la experiencia de sus vidas, literalmente. Conocida como «Euthanasia Coaster», esta montaña rusa está diseñada para llevar a sus pasajeros a través de una serie de descensos y bucles extremos que acabaría costándoles la vida.

I-ing/Shutterstock

Desarrollada en 2010 como parte de su doctorado, esta macabra invención nació de la idea de ofrecer un ritual de muerte alternativo a las personas y al cariño que Urbonas sentía por los parques de atracciones desde que trabajó en uno años atrás. Como él dice, «de esta manera las personas pueden pasar a otra vida humanamente, con elegancia y sensación de euforia».

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«En la parte más alta se podría rezar una oración o mandar un beso a tus seres queridos antes de presionar el botón de caída».

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Julijonas Urbonas/Aistė Valiūtė and Daumantas Plechavičius

Así es como funcionaría el método de suicidio más extraño del mundo, o al menos el más original. En primer lugar, el pasajero debería realizar una larga y lenta subida de más de 500 metros, tiempo que podría utilizar para pensar en la vida y reflexionar sobre su decisión.

En la parte más alta de la atracción, podría recitar una oración o darles el último adiós a sus seres queridos antes de iniciar el descenso final. En ese momento el vagón bajaría por una larga y empinada caída antes de acometer el primer bucle de 360º.

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En ese momento, la mayoría de los pasajeros ya no seguirían con vida. De acuerdo con Urbonas, al viajar a una velocidad de 100 metros por segundo, la persona estaría sometida a una fuerza de 10 G (medidad de aceleración) que induciría a la pérdida de conciencia debido a la hipoxia cerebral prolongada (falta de oxígeno en el cerebro), lo que a menudo también causa una sensación de euforia.

En caso de que el primer bucle no funcionase, seis ciclos consecutivos situados más adelante terminarían el trabajo.

Construir la estructura sería todo un desafío. La «Coaster Euthanasia» triplicaría en altura a la montaña rusa más alta del mundo, la Kingda Ka, la cual necesitó 18 meses y 25 millones de dólares para que la humanidad pudiera disfrutar de ella.

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Justin Pickard

Aunque esta propuesta puede resultar terrorífica para cualquier persona que sufra con las alturas, Urbonas sostiene que este último viaje proporcionaría una muerte más «humana», porque no sólo sería indoloro, sino que sería más hermoso e incluso agradable.

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Por muy divertida y novedosa que parezca, esta idea provocó indignación entre las personas que se posicionan en contra de la eutanasia. «La vida de un ser humano nunca podrá ser tomada humanamente, con elegancia y euforia», decía el Dr. Peter Saunders, «con este método, la última sensación que experimentaría una persona probablemente sería la de un vértigo abrumador y un miedo terrible».

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Julijonas Urbonas/Aistė Valiūtė and Daumantas Plechavičius

El concepto de mezclar la muerte y la diversión es un despropósito para quienes cuidan de enfermos terminales o los propios defensores de la eutanasia. «Una máquina como esta no tiene nada que ver con la eutanasia», decía Derek Humphry, presidente de ‘Euthanasia Research & Guidance Organization’. «Una muerte decente solo se podría conseguir en casa, junto a la familia y un médico encargado de aliviar el dolor».

El debate sobre el derecho a morir ya es bastante complejo sin tratar de convertirlo en un espectáculo. Sin embargo, Urbonas insiste en que, como artista, nunca pensó en su creación como una forma de alentar a las personas a la muerte asistida. Dicho esto, si llega el día en que la sociedad está dispuesta a aceptar la idea de un viaje directo a la muerte, Urbonas afirma que entregaría felizmente su diseño al público.

¿Qué piensas al respecto? Quizás la idea de despedir a un ser querido moribundo arrojándolo desde una enorme montaña rusa no sea la forma más apropiada, o sí…

Fuente: OzyImagen de portada: Emadion
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