Normalmente nos centramos en los logros académicos y laborales para analizar la inteligencia de una persona, pero lo cierto es que es difícil de medir. Los psicólogos llevan años discutiendo sobre ello, y aunque existen diversidad de opiniones, nos quedamos con esta definición:
«La inteligencia es la facultad de la mente para aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad». Habilidades como la percepción, el aprendizaje, la memoria, el razonamiento y la resolución de problemas forman parte de ella.
A pesar de que se trate de un término complicado de definir, no es necesario llevar a cabo elaborados tests que midan nuestro cociente intelectual. En nuestra vida cotidiana se presentan signos que pueden indicar que quizás seamos más inteligentes de lo que creíamos.
Hábitos que suelen tener en común las personas inteligentes
1- Se acuestan tarde
Un estudio de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres encontró que las personas que se acuestan más tarde, tienen un coeficiente intelectual más alto. Los autores creen que el origen de esto radica en nuestra evolución. En la antigüedad, la noche era peligrosa, por los que se aventuraban en ella debían ser más inteligentes. Eso sí, no te olvides que aunque seas un ave nocturna, debes dormir al menos 7 horas.
2- Se duchan con agua fría
Aunque todavía no existen demasiados estudios sobre este tema, los autores de un estudio realizado en Finlandia, sugieren que «la adaptación al agua fría se asocia a una disminución significativa de la tensión y la fatiga y, a una mejora del estado de ánimo y la memoria». Estas cosas pueden mejorar la función cerebral y la productividad.
3- Son desordenados
De acuerdo a un estudio realizado por el científico y psicólogo Kathleen Vohs y los co-investigadores Joseph Redden y Ryan Rahinel de la Universidad de Minessota, las personas que trabajan en un entorno desordenado tienen ideas más creativas que las que lo hacen en un entorno ordenado.
La creatividad es uno de los rasgos que las personas inteligentes tienden a compartir. «Los ambientes desordenados parecen inspirar a la liberación de la tradición y por lo tanto ayudan a crear nuevas ideas, mientras que los entornos ordenados, por el contrario, estimulan la convención», cuenta Kathleen Vohs.
4- Hablan solos
Hablarse en voz alta a uno mismo no significa que estés loco. De hecho, algunas investigaciones muestran que puede ayudar a pensar mejor. Según un estudio de la Universidad de Wisconsin y la Universidad de Pennsylvania, hablar solo puede ayudar a mejorar la memoria y la concentración.
5- Dicen palabrotas
Un estudio llevado a cabo por Timothy Jay y varios compañeros, encontró que decir palabrotas se relaciona, en general, con un vocabulario más amplio. Se correlaciona positivamente con la fluidez verbal.
La capacidad lingüística es uno de los rasgos que poseen las personas más inteligentes, por lo que no debería sorprendernos que las personas inteligentes sepan palabrotas, aunque no las usen habitualmente.
6- Sueñan despiertos
Un estudio de la Universidad de California sugiere que, en cierta tareas que implican comprensión lectora y construcción de modelos, y en las pruebas que miden la memoria y la inteligencia, que la mente vague es funcional.
De hecho, incluso puede ser indicativo de una mejor memoria, que se ha relacionada con un mayor coeficiente intelectual.
7- Son autocríticos
En un estudio llevado a cabo en 1999 por la Universidad de Cornell, los científicos descubrieron que las personas incompetentes no podían reconocer su propia incompetencia. Sin embargo, las personas altamente competentes tendían a subestimar sus capacidades. En lugar de ser demasiado confiados, tienden a ser autocríticos.
8- Garabatean
Según un estudio llevado a cabo en Reino Unido, garabatear está considerado una herramienta de pensamiento que puede afectar al procesamiento de la información y a la resolución de problemas.
Encontraron que las personas que estaban haciendo garabatos, eran capaces de recordar un 29% de información más. Hacer garabatos sin sentido es beneficioso para la memoria y también para el cerebro, ya que es una manera visual de expresar conceptos y emociones.
9- «Entrada sensorial»
Un estudio de la Universidad de Northwestern encontró que las personas con alta cognición creativa tendían a tener incapacidad para filtrar información sensorial irrelevante.
«Esta fuga sensorial puede ayudar a la gente a integrar ideas que están fuera del foco de atención, conduciendo a tener más creatividad en el mundo real«, escribe el autor del estudio.