Suena tu despertador, significa que tu día ha comenzado. Probablemente te das una ducha, desayunas algo a toda prisa y te vas a trabajar, porque te guste o no, es lo que debes hacer, ¿verdad?
Pasas medio día en la oficina, haciendo todo lo que puedes pero cuando vuelves a casa sabes que te has dejado cosas sin hacer, o que aún puedes dar más de ti mismo, lo que te puede llevar a echar alguna que otra hora extra en casa en lugar de descansar.
Todos hemos sentido alguna vez esa sensación de culpa cuando estás en el sofá sin hacer nada.
Tu mente inmediatamente se pone a trabajar a gran velocidad y te recuerda todo lo que deberías estar haciendo en lugar de descansar un poco, porque eso es lo que la sociedad nos ha hecho creer, que descansar es malo y trabajar y hacer muchas cosas es mejor para ti.
Lo cierto es que esta creencia está muy alejada de la realidad y pasamos tanto tiempo centrados en todo lo que debemos hacer y en el trabajo que olvidamos como disfrutar de las pequeñas cosas que nos rodean, ya sea pasar tiempo con nuestros amigos o ver una película en la televisión.
El problema es que la mayoría de nuestro tiempo está ocupado por tareas, trabajo y deberes que muchas veces nos imponemos a nosotros mismos.
No eres el único al que le pasa, por ejemplo, Merlin Mann es un escritor al que le encargaron que escribiera un libro sobre su sistema de emails. Dos años después abandonó el proyecto porque decía que pasó tanto tiempo intentando escribir sobre cómo aprovechar el tiempo que él mismo terminó desperdiciándolo.
Michael Guttridge es un psicólogo especializado en comportamiento en el trabajo que asegura que a menudo olvidamos los beneficios que tiene desconectar de todo lo que nos rodea.
Muchas veces trabajar más horas hace que trabajemos menos. Está probado que la desconexión y los descansos en el trabajo ayudan a aumentar la productividad por lo que si eres de los que pasas horas sentado sin moverse ya sabes lo que debes hacer.
Hay actividades de todo tipo que podemos hacer para desconectar de nuestra vida diaria, al igual que hay que saber cuándo es el momento adecuado de hacerlas. Lo importante es recordar siempre que no debes sentirte culpable por no trabajar a todas horas, somos humanos y no robots y necesitamos vivir la vida tanto como podamos.