El mundo que nos rodea apesta y constantemente buscamos una forma de evadirnos de la realidad e intentar percibir nuestro alrededor con un poco más de alegría. El alcohol y las drogas han sido, hasta el momento, los vehículos más utilizados para olvidarnos de la cruda realidad, pero corres el riesgo de terminar como los protagonistas de Trainspotting y no diferenciar lo real de las alucinaciones.
Los menos valientes buscan otra realidad en el cine, música, teatro e incluso las series, pero ahora todos podremos alucinar sin riesgo gracias a este nuevo experimento.
El método que te hará colocarte sin drogas
Olvídate de controlar tus sueños como en ‘Inception’ o sumergirte en un tanque de aislamiento sensorial para visitar las diferentes realidades, no estás en Fringe. La percepción de nuestra propia realidad ya es suficientemente inverosímil sin tener que aplicar ningún factor de ciencia ficción.
¿Cómo percibimos lo que nos rodea? ¿Conoces el motivo por el cual hay gente daltónica? ¿Están los locos tan locos, o solo perciben el mundo de una forma diferente a la nuestra?
Nuestro cerebro cuenta con millones de conexiones neuronales que realizan un trabajo titánico para que al ver una manzana, veamos, olamos e incluso oigamos el concepto preestablecido que tenemos de esa particular manzana.
Sin embargo, existe un número reducido de personas que al tocar una manzana, instantáneamente saborean un caramelo, o escuchan la sinfonía de Beethoven mientras un intenso color azul inunda sus retinas.
La sinestesia es una combinación de los sentidos que hace experimentar a quien la padece sensaciones provenientes de diferentes sentidos de una sola vez. De esta forma ven los sonidos, huelen los colores y saborean lo que tocan. No se trata de un recuerdo, experimentan los sentidos de forma simultánea. Gracias a este experimento podrás vivir una reacción similar sin necesidad de recurrir a ningún tipo de drogas o estimulantes.
En 30 minutos conseguirás que tu mente alucine solo con un sonido
Este experimento juega con tus sentidos y la privación de los mismos para que tu mente imagine el resto. Lo primero que tienes que conseguir es eliminar de la ecuación el sentido más potente de todos, la vista. Para ello tendrás que cubrir tus ojos con una hoja de papel blanco y sujetar esta con una goma elástica como si de una máscara se tratase.
En la base de tu nueva máscara coloca unos algodones para asegurar que no entra nada de luz y has sido privado por completo del sentido de la vista. Ahora tendrás que estimular el siguiente sentido más usado, el oído. Asegúrate de tener unos buenos y aislantes auriculares, en ellos tendrás que reproducir un ruido blanco, ya que encontrar un lugar tan silencioso como para llegar al estado que se requiere es prácticamente imposible.
En menos de 30 minutos todo un mundo de figuras y colores se presentarán ante ti y gradualmente tomarán formas definidas hasta que dejes tus sentidos tomar el control y veas y oigas cosas que no son reales. Ahora ya puedes tener todo un viaje más allá de la realidad sin correr ningún riesgo ni repercusión.