Bud Sex, la técnica que usan los hombres heterosexuales para tener relaciones sexuales con otros hombres

No es ningún secreto que hay hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, aún sin ser homosexuales. Por curiosidad o simplemente de colegueo, cada vez son más quienes practican el Bud Sex o «sexo entre colegas«. Lo que sería en España «hacer un Torrente» (emulando la escena de: «¿Qué? ¿Nos hacemos unas pajillas? ¡Pero sin mariconeo!»)

Para practicar el Bud Sex no es necesario ser bisexual, ni heteroflexible, ni heterocurioso, tan solo basta con querer experimentar nuevas formas de placer sin involucrar ningún sentimiento.

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Muchos de estos hombres están casados con una mujer a la que aman y puede que tengan hijos a los que crían desde las normas del patriarcado. Puede que sean sacerdotes, empresarios, militares o se dediquen a una actividad que esté relacionada con puestos de poder.

Aún dentro de estos círculos donde reconocer que te gusta otro hombre es una razón para ser desprestigiado, excluido y/o agredido, algunos tienen sexo con otro hombre en completo secreto.

El fenómeno del Bud Sex ha sido el objeto de un estudio elaborado por la Universidad de Oregon, Estados Unidos, en el que se analizó el comportamiento sexual de un grupo de hombres que viven en algunos de los estados más conocidos por su conservadurismo social y poblaciones blancas predominantes, que a pesar de declararse abiertamente heterosexuales, admitían tener encuentros sexuales esporádicos con otros varones con el único propósito de satisfacer sus instintos más primarios.

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Las claves principales del Bud sex serían:

Es solo un entretenimiento: No se busca una relación sentimental ni una persona con la que charlar (en este punto se asemejan a la práctica del cruising: placer por puro placer).

Únicamente se busca satisfacer el apetito sexual: Durante los encuentros se evitan los besos, los gestos cariñosos y hasta el contacto visual para eliminar cualquier conexión emocional.

Frecuencia en los encuentros: No tienen por qué seguir una fecha fija. Simplemente surge cuando el deseo se hace irrefrenable independientemente de con quién te toque.

Detonantes: Según dicen los expertos, estos encuentros tienen como desencadenante una fuerte discusión con la pareja o el consumo de grandes cantidades de alcohol u otras drogas.

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El sociólogo Tony Silva, al frente del estudio, asegura que estos hombres no suelen sufrir ninguna crisis de identidad sexual a lo largo de su vida e incluso rechazan la homosexualidad y los comportamientos afeminados y los visualizan como meros «juegos de desahogo». Por lo que efectivamente, puede darse el caso de hombres heterosexuales homófobos que practiquen el bud sex.

Es probable que las identidades sexuales, tal como las conocemos desaparezcan. El hecho de que cada vez más personas no tengan que etiquetarse ni etiquetar a los demás da pie a una mayor libertad para asumir y practicar su sexualidad.

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