En cada país puede tener un nombre diferente, en España se conoce como una cubana a la masturbación realizada con los senos, uno de los juegos preliminares que más morbo despierta en los hombres y la alternativa ideal si tu pareja no para de decirte cuanto adora tus senos.
A continuación te mostramos 8 secretos sobre las «cubanas» que los hombres nunca te contarán:
1- Es una novedad
Como dijo George Mallory cuando le preguntaron por qué quería escalar el Everest: «porque está allí«. Si intentas buscar una razón profunda que explique por qué un hombre quiere meter su pene entre tus pechos, solo estás desperdiciando energía. A los hombres les gusta poner su pene sobre/en/entre tus senos porque sí, no hay más.
2- Les preocupa frotar su culo contra tu esternón
Hay dos formas estándar de realizar una cubana, y una de ellas viene con ciertos problemas logísticos bastante complejos.
Si él está sentado y tú estás entre sus piernas, no hay mucho de lo que preocuparse. Pero si estás acostada boca arriba y te está montando a horcajadas, tiene que tomar algunas decisiones: colocar su sudoroso culo sobre tu esternón mientras ocurre la magia o mantenerse torpemente unos centímetros por encima de ti mientras sus isquiotibiales piden misericordia.
3- No pretenden golpearte en el cuello con el pene
En realidad no es algo que disfruten, solo están demasiado entusiasmado con lo que están haciendo para prestar atención a ese detalle.
4- Esta actividad es el cilantro de los actos sexuales
Es fantástico que te pongan cilantro en el plato, pero es probable que no repares en él si te ponen un bistec sin guarnición, después de todo, aunque es genial, el cilantro no te quita las ganas de comer.
Lo mismo pasa con las cubanas. Es un estupendo plus que todo hombre quiere tener, pero que difícilmente reemplaza otra «oferta» del menú. Además, algunas personas odian el cilantro…
5- No dañarás su pene si lo aprietas con tus pechos
Es casi imposible que puedas dañar el pene con tus senos. Tus pechos son algo así como agradables almohadas suaves y delicadas. De todas formas, siempre se agradece tu cuidado.
6- El tamaño de los pechos no es tan importante
Una vez más, se trata de un acto más valorado por el morbo y la posible novedad que pueda suponerle, que la relación que existe entre el tamaño de tus pechos y el de su pene. No te preocupes, seguro que lo disfruta igual.
7- Si lo utilizas para terminar, lo incitas a que eyacule sobre tus senos
No es ningún requisito y no estás obligada a hacerlo, pero entonces toma cierta precaución. Si que termine sobre tus pechos no es una idea que te atraiga demasiado, díselo lo antes posible para que tenga tiempo de pensar en un plan B.
8- Le «aterroriza» darte en la cara, más concretamente, en el ojo
Nunca estará más obsesionado con «apuntar» para no dejarte tuerta en ninguna otra actividad sexual, nunca.