Marcos Alberti, un fotógrafo brasileño, se propuso demostrar que el porno es muy engañoso y no representa ni de lejos lo que en realidad son las relaciones sexuales. Para ello decidió fotografiar el rostro de diferentes mujeres antes, durante y después de un orgasmo. De esta manera consiguió mostrar el aspecto real de la sexualidad femenina.
El Proyecto O
El proyecto lo tituló The O Project, y lo realizó en colaboración con Smile Makers, una empresa de juguetes eróticos que trata de normalizar la sexualidad femenina y evitar que siga siendo un tabú. Empoderar a las mujeres es fundamental para conseguir que no escondan su deseo sexual.
Smile Makers publicó un anuncio en su página de Facebook en el que comunicaron que necesitaban candidatas para la sesión de fotos. Las participantes fueron escogidas entre todas las mujeres que respondieron a ese anuncio. Pertenecían a distintas nacionalidades y etnias y para conseguir llegar al orgasmo, se masturbaron con un juguete erótico.
En estas fotos podemos ver cómo evolucionaban sus rostros y el cambio que se produjo en sus expresiones faciales.
A la pregunta «¿cómo te sientes al ver las fotos?», Cassie, una de las participantes fotografiadas, respondió: «Emocionada es poco. Estoy fascinada y me siento empoderada. El mensaje que le estamos mandando a todas las mujeres es que no tienen nada de qué avergonzarse. Es algo real, natural y precioso».
Por otro lado, aunque el proyecto quiere transmitir un mensaje serio, Marcos Alberti anima a los espectadores a intentar ver también el punto gracioso de las fotos: «Espero que los espectadores disfruten viendo las fotografías y quiero que las mujeres se sientan libres y empiecen a hablar sobre el tema sin miedo».
Por último, en un comunicado oficial, Fan Yang, gerente de Smile Makers, añadió: «La sexualidad femenina suele estar rodeada de vergüenza y secretismo. Nuestra colaboración con Marcos Alberti nos ha permitido llevar a cabo esta sesión fotográfica para dejar atrás el estigma social que envuelve la sexualidad femenina y fomentar la normalización del placer femenino».
