5 Secretos de Alicia en el País de las Maravillas que demuestran que no es todo cuento de hadas

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El hombre artífice de la novela de «Alicia En El País De Las Maravillas» se parece mucho a los cuentos que escribió: un enigma que se extiende entre la inocencia infantil y la oscuridad.

Al igual que Alicia y sus torpes aventuras, gran parte de vida de Lewis Carroll es ampliamente interpretable. De hecho, los biógrafos tienden a pintar a Carroll de dos formas totalmente contrarias: un tipo extraño pero amable o un pedófilo adicto a las drogas.

La combinación de sus dos personalidades opuestas (imaginación delirante y fría inteligencia) parece reflejarse en un libro en el que realidad y fantasía están separadas de forma muy sutil. Por algo Carroll es considerado el inventor de la literatura nonsense (sin sentido).

Y, al igual que con la historia de Alicia, no podemos asegurar qué partes son ciertas y qué partes son pura invención. Lo que sí sabemos con certeza es que hay ciertos detalles sorprendentes que, aunque son más morbosos y fascinantes que las pruebas contundentes, forman parte de un retrato bastante preciso de su persona.

Alicia en el País de las Pesadillas

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¿Quién fue Lewis Carroll?

{keyword}En realidad no existe tal persona. Carroll era el seudónimo que utilizaba Charles Lutwidge Dodgson, nacido en Inglaterra en 1832. Dodgson siempre fue un niño tímido, enfermizo y tartamudo pero bastante inteligente.

A los 18 años, asistió a la universidad Christ Church de Oxford con una beca, donde permaneció más de 20 años, primero como estudiante, y luego como profesor y matemático.

También se convirtió en diácono de la Iglesia de Inglaterra. Justo se encontraba en el camino hacia el sacerdocio cuando se dio cuenta de que no era para él. Decidió inventarse el seudónimo de Lewis Carroll durante su residencia en Oxford con el fin de publicar libros para niños sin que las personas los vincularan con su carrera académica.

Amante de los niños

{keyword}Según todos los informes, Carroll se sentía más a gusto tratando con niños que con adultos. Cultivó las relaciones con los hijos de sus amigos y conocidos, pasó bastante tiempo con ellos (con el permiso de sus padres) e incluso mantuvo correspondencia.

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«Gracias y besos por el mechón de cabello«, escribió una vez a una niña de 10 años. «Lo he besado varias veces por las ganas que tengo de besarte, ya sabes, incluso el cabello es mejor que nada«. Citas como estas, su estrecha relación con Alicia y su inclinación por fotografiar a los niños es lo que provocó acusaciones de pedofilia.

Alicia era una chica real

{keyword}La que siempre aparentó ser una historia de maravillas y moralejas fue el reflejo de la mente de uno de los escritores más importantes de la literatura universal, pero también de uno de los hombres más perversos de la historia.

El mundo fantástico de Alicia es más bien un tormentoso universo en el que el autor de esta novela plasma sus más oscuros secretos, sus deseos más sombríos y su doliente corazón al saberse enamorado de un amor imposible: una niña de 10 años llamada Alice.

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Con el tiempo, Carroll se hizo muy amigo de las hijas de Henry George Liddell, quien era el decano de la Christ Church de Oxford. De entre todas sus hijas, Lorina, Edith y, por supuesto, Alice, fue con la que desarrolló una especie de vínculo especial.

Las chicas, a menudo acompañadas por su institutriz (que luego inspiraría el personaje de la Reina Roja), pasaron mucho tiempo escuchando las historias y viendo los dibujos fantásticos de Carroll.

Carroll fotografió a niñas desnudas

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Carroll fue un ávido fotógrafo, y según el Smithsonian, tomó más de 1.500 fotografías de niños, incluidos sesiones de desnudos o semidesnudos, como el desnudo completo frontal de Lorina, la hermana de Alice.

Alice tenía 6 años cuando se realizó la famosa serie en la que aparecía con un vestido andrajoso. «Confieso que no admiro a los chicos desnudos en imágenes», Carroll escribió una vez sobre su afición por fotografiar chicas jóvenes. «Siempre me parece que necesitan ropa. En cambio, casi no termino de entender por qué las bellas formas de las chicas deben ser tapadas«.

La foto que originaría la polémica sobre la naturaleza de su relación es una en la que Alice aparece disfrazada de mendiga con los hombros al aire. El autor habría llegado a pedir la mano de la joven, lo que explicaría el inesperado rechazo que sufrió por parte de la familia, que dejó de hablarle, y que propició que varias páginas de su diario fuesen arrancadas.

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Él nunca pretendió escribir la novela de Alicia

{keyword}Según escribió Carroll en su diario, fue el 4 de julio de 1862 cuando, acompañado por el reverendo Robinson Duckworth, navegó por el Támesis hacia la villa de Godstow en un bote junto a Alice Liddell (que tenía 10 años) y sus hermanas.

Éstas le pidieron que les contase un cuento y él,  de forma improvisada, comenzó la historia imaginándose a Alice cayendo por una madriguera. Al terminar el paseo, Alice quiso una copia manuscrita de aquella insólita narración. Al día siguiente Carroll, que viajaba a Londres en tren, aprovechó las dos horas de trayecto para dar forma a la idea.

Al primer borrador que le regaló a la niña, lo llamó Las Aventuras Subterráneas de Alicia y le añadió 37 ilustraciones realizadas por él mismo. Que Lewis Carroll tenía una imaginación desbordante lo demuestra que fuera capaz de improvisar el cuento de Alicia en una sola tarde. Eso o que tomaba drogas, como otros afirman, al recordar los hongos con los que Alicia se transforma, la pipa de la Oruga Azul o las misteriosas desapariciones del gato de Cheshire.

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En algunos de sus versos se esconde la verdadera intención de Dogson, un hombre que sufrió eternamente la imposibilidad de vivir un idilio con quien amaba. Sabía que nunca lo lograría, y por eso decidió crear un mundo de fantasía en el que todo fuera posible.

Para Dogson, la relación que mantuvo con la pequeña nunca fue extraña, y menos en el mundo que construyó para Alicia y para él. Después de todo, en un país donde todo es maravilloso, inimaginable y extraño ¿cómo no iba a ser posible una relación amorosa entre un adulto y una niña de 10 años?

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Fuente: Culturamas, El País, Xlsemanal
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