Aunque resulta muy morboso, practicar sexo en la ducha es bastante incómodo, por no hablar de los numerosos inconvenientes que acarrea, como resbalar por accidente, congelarte de frío o casi morir ahogado por el chorro de la ducha que te da directamente en la cara.
Desafortunadamente, esos no son los únicos peligros que preferirías evitar a la hora de dar rienda suelta a tu fogosidad en la ducha. La experta en sexo, Karen Elizabeth Boyle, nos da a conocer algunos de los peligros escondidos de mantener relaciones en la ducha.
5 Peligros de practicar sexo en la ducha:
1- Sí, puedes quedarte embarazada teniendo sexo en la ducha
Mucha gente piensa que no hay peligro de embarazo si se tiene sexo en la ducha ya que el agua milagrosa «lo lava todo». Tal y como cuenta Boyle: «El uso de agua y jabón para realizar un lavado posterior a la eyaculación no impide el embarazo ya que los espermatozoides son increíblemente resistentes y pueden sobrevivir durante días en el sistema reproductivo femenino».
«Es un disparate confiar en el agua o la gravedad como método anticonceptivo«.
2- El agua no es ningún lubricante, de hecho puede empeorar las cosas
Aunque el agua no resulta dañina durante las relaciones sexuales, en lugar de facilitar las cosas, elimina la lubricación natural de ambos haciendo que el sexo sea más difícil.
Como resultado, algunas personas se ven tentadas a usar cualquier cosa que sea útil para reemplazar un lubricante como puede ser el jabón o el champú, sin embargo, como dice Boyle, ambas alternativas pueden causar mucha irritación en la vulva y la vagina, así como sequedad en el pene.
Boyle añadía: «Mantener relaciones sin una correcta lubricación puede originar cortes y rasguños que podrían imitar los síntomas de una infección del tracto urinario o causar vaginitis.»
«Además, el cambio en el pH de la piel vaginal puede atraer a los microbios que se encuentran cerca del recto hasta la uretra de la mujer, aumentando el riesgo de sufrir infecciones del tracto urinario o infección renal».
3- Una caída no es la única manera en que te puedes lastimar
El sexo en la ducha hace que saquemos el pequeño contorsionista que llevamos dentro para poder practicar las complejas posiciones que se requieren.
Dejando a un lado lo resbaladiza que está la ducha y las posibilidades que tienes de abrirte la cabeza con una caída, las posturas practicadas hacen que el pene se incline en ángulos bastante más extraños que en casi cualquier otra posición.
«Los hombres realmente se arriesgan a sufrir una fractura del pene al mantener posturas demasiado difíciles», Decía Boyle.
4- Todavía corres el riesgo de pillar una enfermedad de transmisión sexual
De nuevo, la idea de que el agua lo purifica todo es un pensamiento tan erróneo como extendido. «El agua de la ducha NO protege contra la transmisión enfermedades como la gonorrea, la clamidia, el herpes, el condiloma, el VIH o cualquier otra enfermedad».
De hecho, la irritación de la vulva y el pene relacionada al sexo en la ducha hace que aumente el riesgo de transmisión de algunas enfermedades.
5- Los condones son bastante menos efectivos en la ducha
Obviamente, usar uno es mejor que no utilizar ningún método de protección, sin embargo, confiar en la fiabilidad de un preservativo en la ducha puede ser arriesgado. Es seguro usar un preservativo en el agua «siempre y cuando el condón permanezca en el pene». Sin embargo, Boyle afirma que los condones tienen una mayor probabilidad de deslizarse si hay agua de por medio.
En caso de utilizar preservativo, lo recomendable es ponerlo antes de entrar en la ducha y tener en cuenta que si el agua contiene productos químicos como cloro o aditivos como aceites o sales de baño, el látex del condón podría verse dañado.