Seguro que muchas veces has oído frases como «el físico es lo que más atrae» o «lo importante está en el interior». Pero, ¿cuál crees que es cierta? La ciencia ha analizado qué nos influye de verdad a la hora de sentirnos atraídos por otra persona.
Lo que de verdad nos atrae, según la ciencia
Atracción sexual
Hay muchos factores que nos llevan a sentirnos atraídos por una persona y no por otra. El primero de todos es la proximidad a esa persona. Por norma general, vemos como inadecuado e incluso peligroso tratar con desconocidos, así que cuanto más cercano y accesible nos resulta alguien, más fácil es que aumente la atracción.
Existe otro factor fundamental: la semejanza. Ya sea por procedencia étnica, geográfica, de religión, nivel cultural, clase social o edad, tienden a sentirse atraídos entre sí.
En cuanto a las características más atractivas de una persona, aquellas relacionadas con el afecto, la felicidad o el cariño. También la impresión de la persona a través de señales no verbales como sonreír, mirar con entusiasmo o expresar emociones.
Sapiosexuales
Otra teoría es que la atracción no depende solo de la persona que atrae, sino de la que se siente atraída. Es lo que conocemos como sapiosexuales, a quiénes les resulta atractivo conocer a una persona y sentirse atraída por su intelecto, su forma de comunicar, sus valores, su pensamiento o su ingenio.
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Western (Australia) parece que no vale cualquier inteligencia. En él se comparó el atractivo de varias personas y su coeficiente intelectual. Los resultados muestran que las personas inteligentes atraen, pero no si lo son demasiado. Un coeficiente mayor de 130 puede incluso repeler a posibles parejas sentimentales.
Es decir, que hay personas que se sienten atraídas por la inteligencia de alguien, pero sienten rechazo cuando esa persona es mucho más inteligente que ellos.
El físico ‘perfecto’
Hay quiénes defienden que en realidad lo más atractivo es el aspecto físico, pero parece que lo más importante es la genética. Por eso, por norma general, las personas aparentemente fértiles, con buenos genes y cuyo sistema inmune parece sano y fuerte son las más atractivas.
En cuanto a los rasgos físicos, los investigadores de Randy Thornhill y Steven Gangestad encontraron que las personas de rostro simétrico son sexualmente más activas. Además, el olfato es un factor clave en las relaciones sociales y en lo que a atracción se refiere. Una publicación de la Universidad de Brown (EE.UU.) afirma que existe una conexión entre la atracción sexual y el olfato, explicando que las mujeres buscan un olor que sea diferente al de ellas mismas y su familia.
Hombres vs Mujeres
Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid publicado en Plos One en 2015 ha analizado lo que hombres y mujeres consideran atractivo, partiendo de la base de que la simetría facial es atractiva para ambos sexos, pero que esta no es percibida de igual forma por cada género.
Para llevar a cabo la investigación, se utilizaron a 266 estudiantes universitarias de entre 18 y 30 años; y por otro lado, a 44 hombres heterosexuales, para comparar el atractivo percibido por ellas, y el atractivo que percibían ellos sobre ellas. Así detectaron que los hombres prestaban más atención a factores como la edad o que su rostro se ajustara a la media, y no tuviera algo especialmente llamativo.
De forma general, los rasgos más llamativos de una mujer suelen ser los labios gruesos, las barbilla estrecha, la mandíbula pequeña, el pecho voluminoso, la cintura estrecha y un buen trasero. En cambio, los rasgos más atractivos de los hombres suelen ser los pómulos marcados, la mandíbula pronunciada, un peso correcto, la piel bronceada y brillante y una espalda proporcionada con la altura.