4 Consecuencias de los tríos sexuales que seguramente no sabías

La fantasía de hacer un trío es muy común, especialmente entre la población masculina. Los humanos en general somos muy curiosos y nos llama la atención probar cosas nuevas, especialmente en campos placenteros como la sexualidad.

Pero antes de dejarnos llevar por la pasión, hay que tener en cuenta ciertos problemas que pueden surgir cuando convertimos las fantasías en realidad.

Los tríos sexuales, de la fantasía a la realidad

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Hay muchas variables cuando tres personas están implicadas. Es cierto que hay personas que aseguran haber disfrutado de este tipo de prácticas e incluso que le han ayudado a mejorar su relación de pareja o que ha llegado a convertirse en su estilo de vida. Sin embargo, hay otros muchos casos, menos sonados, en los que la fantasía ha terminado en drama.

Expectativas adicionales

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En la mayoría de los casos hemos visto tríos en la industria del porno, lo que no hace tener unas expectativas muy altas sobre lo que va a ocurrir.

A la hora de la verdad, probablemente no todo sea tan sencillo y tan fácil. Pensamos que si el sexo entre dos puede ser brutal, entre tres tiene que ser aún mejor. Y no siempre es así.

Es mucho menos probable tener una buena química con dos personas que con una. E incluso aunque congenies bien con los otros dos, añadir un tercero puede cambiar la dinámica por completo.

Poco intuitivo

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Aunque últimamente ha habido varias series y películas que han mostrado las dificultades y los problemas que pueden surgir cuando hacemos un trío, hasta hace poco las relaciones a tres que conocíamos eran míticas y todo iba a la perfección en ellas.

La mayoría de las personas que se enfrentan a esta fantasía por primera vez no tienen ni idea de qué hacer ni cómo actuar, quitando las idealizaciones que nos vende la industria del porno.

Congeniar tres personas a la vez y hacer que todo fluya y funcione no siempre es tarea fácil.

Rivalidad

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Los seres humanos somos muy competitivos por norma general, y buscamos ganar en todo lo que hacemos. Por eso, aunque se trate de una fantasía que practicamos por placer, es probable que tratemos de ser mejor que el otro, especialmente si es de nuestro mismo sexo. Querremos ser más sexy, durar más y hacerlo mejor. En definitiva, ganar como si de una batalla se tratara.

Impar

Los números impares siempre son inquietantes. Parece que el mundo está hecho para vivirlo en pareja, y todo es más fácil de dos en dos. Si lo piensas, las habitaciones de hoteles son para dos personas, los viajes de los sorteos siempre son para dos, y así con todo.

Y en el sexo parece que también se cumple esta regla. Todo funciona mejor de forma par. ¿O no lo crees así? ¿Qué te parece el salto de la fantasía a la realidad?

Imagen de portada: sakkmesterke / ShutterstockFuente: gq / independent