Cuando nos queda poco para los 30 años, comenzamos a plantearnos quién queremos ser cuando lleguemos a esa edad. Se trata de un punto de inflexión entre la juventud y la madurez y quizás sea muy útil e importante ponerse metas que deberás alcanzar para cuando los cumplas.
Los 20 sirven para encontrarnos a nosotras mismas, caer y levantarnos, cometer errores e intentar comprender nuestros sentimientos. Sin embargo a los 30, cambias un poco y debes tener sabiduría, determinación y respeto por ti misma. Si quieres tener éxito en esta cuarta década de tu vida quizás quieras abandonar algunos hábitos y dejar de hacer ciertas cosas que no te benefician en nada.
30 Cosas que una mujer debería dejar de hacer a los 30 años
Tener complejos e inseguridades.
Estresarse por lo que dirán los demás y por preguntas como cuándo tendrán novio o hijos.
Hacer lo que el resto quiere o lo que se espera de ella.
Ser como esperan los demás o ponerse lo que el resto quiere.
Disculparse por todo lo que pase.
Comprar cosas que no usarán solo porque están de moda.
Sentir vergüenza por masturbarse.
Dormir muy poco por la noche y no descansar.
No cuidarse la piel.
Tomar demasiado el sol y dañar la piel.
Ponerse nerviosa por cumplir años, por ver arrugas o por ver canas.
Ponerse límites o barreras.
No mirarse al espejo con ternura y no quererse.
No omitir a esas personas que quieren mandar en su vida.
Fingir orgasmos.
Asustarse por estar soltera.
No viajar lo suficiente.
Aferrarse a amigos que no aportan nada.
Beber demasiado como si aún estuviese en la universidad.
Pensar que no necesitas hacer ejercicio.
Pensar en hacerte tatuajes y piercings.
Decirle a todos que aún tienes 29 años.
Escuchar en el coche música alta con las ventanillas bajadas.
Decir que tu mascota es un niño para ti.
Lamentar cosas del pasado.
Usar ropa inadecuada.
Defender cosas sin documentarte lo suficiente.
Posponer las tareas para más tarde.
Esperar que las cosas sucedan solas.
Comer alimentos poco saludables.
Ahora que ya conoces todas las cosas que debes cambiar, tienes que empezar a adoptar nuevas cosas a tu vida y eliminar estas que solo conseguían dañarte y evitar que avanzases. Con esto no queremos decir que al cumplir los 30 te vuelvas una vieja, es todo lo contrario. A los 30 años, tu vida real acaba de comenzar.
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