Desde que el verano pasado, nadadores como Michael Phelps o celebrities como Jennifer Aniston, pusieron de moda el «cupping», esta terapia ha revolucionado el mundo del deporte y las redes sociales. Quienes la han probado afirman que los resultados que han obtenido son inigualables, pero aún hay muchas personas que desconocen en qué consiste esta técnica.
¿Qué es el cupping?
El cupping es una terapia de medicina alternativa utilizada desde hace años en las culturas orientales para combatir los dolores musculares.
Se cree que los primeros en ponerla en práctica fueron los antiguos chamanes de Mesopotamia. Colocaban ventosas de bambú, cerámica o arcilla sobre el cuerpo de sus pacientes para succionar la piel y parte del músculo. Con ello conseguían aliviar el dolor y mejorar la circulación sanguínea y linfática.
A día de hoy, muchas personas recurren a esta terapia por una variedad de razones: alivio del dolor, reducción de la inflamación, mejora de la circulación sanguínea, relajación, etc.
Las ventosas utilizadas pueden se de cristal o de plástico. Con las primeras, el vacío se hace calentando con fuego su interior o quemando un algodón dentro para que se consuma el oxígeno y se cree el vacío. En cambio, las segundas suelen venir provistas de una bomba de succión que permiten extraer el aire.
La succión hace que la piel se eleve y se vaya enrojeciendo a medida que los vasos sanguíneos se dilatan. Normalmente, las copas suelen dejarse puestas unos 3 minutos, suficiente para que los pequeños capilares de la piel se rompan y aparezcan los hematomas circulares.
«Al succionar, se arrastra todo el agua, lo que te ayuda a eliminar toxinas y mejora el intercambio celular. Así activas la circulación sanguínea y linfática de los músculos, los vasos, los nervios y el sistema linfático”, explica el fisioterapeuta Fernando Tejero de Slow Life House.
Durante la primera sesión, a los pacientes se les coloca de 3 a 5 tazas o ventosas. Después del tratamiento, se les administran algunos antibióticos tópicos y vendajes para prevenir la infección. En unos 10 días, la piel vuelve a la normalidad.
¿Qué dice la ciencia?
Una investigación publicada en 2015 en el Diario de Medicina Tradicional y Complementaria demostró que el cupping puede ayudar a tratar:
- Los herpes
- El acné y los eccemas
- El dolor agudo y crónico
- La anemia y la hemofilia
- La artritis y la fibromialgia
- Los trastornos de fertilidad y ginecológicos
- Las migrañas
- La presión sanguínea elevada
- La ansiedad
- La depresión
- El asma
- Las alergias
- Las varices
Sin embargo, esta terapia también tiene efectos secundarios.
Los efectos secundarios del cupping
El cupping es una técnica bastante segura siempre y cuando acudas a un terapeuta especializado. Sin embargo, los efectos secundarios posteriores al tratamiento incluyen molestias menores, quemaduras, hematomas e infecciones de la piel.
Siempre que vayas a probar una terapia de medicina alternativa, consúltalo con tu médico de cabecera. Él sabrá decirte si corres algún riesgo extra a la hora de someterte a ella. Además, debes acudir a un especialista en ese tipo de técnicas y asegurarte de que será efectiva para tu problema.