A pesar de la creencia popular, los chicos también sufren ciertas dificultades sociales, psicológicas y fisiológicas que deben padecer en silencio debido al constante sexismo que todavía existe en la sociedad. No somos sólo cazadores y machos fuertes, somos seres humanos con mentes únicas, pensamientos y sentimientos ajenos a los prejuicios.
Con el fin de mostrar esta realidad, te traemos algunas de las situaciones habituales con las que debe convivir todo hombre en su día a día y que enseñan que no sólo las mujeres son víctimas de una sociedad sexista o de injustos cambios fisiológicos y emocionales.
Problemas que tienen que enfrentar los hombres a diario:
1- Demostrar que no somos acosadores
Dada la dinámica en la que está cayendo la sociedad, a veces somos señalados como acosadores por estar en el lugar y momento equivocados.
Sin ir más lejos, en el transporte público alguna mujer podría pensar que nuestra proximidad se debe a impulsos sexuales en lugar de una simple casualidad originada por la cantidad de personas que hay en el lugar.
Más absurda es la situación de coincidir con el recorrido de una mujer mientras caminas por la ciudad. En ese momento necesitamos demostrar que no somos acosadores en potencia.
2- Cumplir las expectativas que las mujeres tienen respecto al sexo
Simplemente, por ser hombres parece que debemos tener ganas de sexo todos los días y a todas horas, pero no es así.
Tal y como les ocurre a las mujeres, hay épocas en las que sí poseemos un gran deseo sexual, mientras que también hay momentos en los que preferimos evitarlo para dar prioridad a otras coas.
Esto hace que muchas mujeres piensen que su pareja ha perdido el interés, cuando en realidad solo se está concentrando y disfrutando de otras cosas.
3- Erecciones involuntarias
No sabemos cuándo ni dónde decidirán aparecer, pero los hombres podemos tener erecciones involuntarias en cualquier momento y no, no las disfrutamos.
Resulta bastante incómodo, especialmente cuando nos encontramos frente a otras personas, tener que disimular una de las mayores traiciones que nos hace nuestro propio cuerpo.
4- Tener que fingir ante otros hombres
Resulta muy cansado tener que actuar cuando conocemos a otros hombre con personalidad sexista. Debemos imitarlos y actuar tal y como haría un «macho alfa» para intentar dar una buena imagen y proyectar seguridad en nosotros mismos.
5- Tener mala memoria
A pesar de que parezca un tópico, la mayoría de los hombre tiene una memoria bastante limitada cuando se trata de recordar asuntos personales.
Lo cierto es que nuestra memoria selectiva es bastante diferente de la del género femenino, y esa escasa retención es el centro de muchos de los problemas de nuestras relaciones personales.
6- Contar historias de conquista para “ser macho”
Todo un clásico entre los hombres. Desde la época del instituto todo chico comienza a presumir de sus experiencias sexuales para convertirse en el más codiciado del grupo. Con el paso de los años, la presión social nos obliga a seguir sacando a la luz nuestras aventuras a pesar de que ya no nos interese hacerlo.
7- No poder demostrar afecto físico
Los hombres, a diferencia de las mujeres, están obligados a recibir y demostrar cariño físico de manera limitada. Incluso está mal visto que un hombre adulto abrace a su mejor amigo ya que puede ser percibido como un acto gay. Es por esta razón que los hombres vivimos con muchos sentimientos reprimidos.
8- No ser suficientemente alto
¿Cuántos hombres han sido rechazados por no dar la talla? ¿Cuántas mujeres han afirmado que se sentirían incómodas saliendo con un chico bajo? Esto es consecuencia de otro tipo de estereotipo que demanda que el hombre siempre tenga mayor estatura o una complexión física más prominente que la de ellas.
Los hombres pequeños son señalados de manera negativa y poco respetados (sin mencionar que encontrar ropa para su complexión es un gran problema).
9- Problemas hormonales
Al igual que las mujeres, los hombres pueden sufrir problemas hormonales causados por los altos o bajos niveles de testosterona en el cuerpo. Estos provocan ansiedad, temor, inseguridad, baja autoestima y cambios súbitos en nuestras emociones.
10- No tener músculos o ser muy delgado
En definitiva es uno de los problemas más grandes al que se enfrentan los hombres comunes.
Al igual que ocurre con las mujeres, la sobreexposición de hombres musculosos en el cine o en la cultura popular ha hecho que aquellos jóvenes que no tengan brazos grandes y espaldas anchas sean percibidos, por otros y por ellos mismos, como inferiores o débiles.