Como muchas personas, la Dra. Davis no creía en la peligrosidad de los teléfonos hasta que realizó algunas investigaciones al respecto. Desde entonces su misión personal se ha convertido en la de informar que la radiación de los móviles no sólo es peligrosa, sino que puede ser mortal.
¿Es cierto que los teléfonos móviles causan cáncer?
Un caso interesante que puede servir como ejemplo del potencial cancerígeno de los teléfonos es el de una joven que, aún no teniendo factores de riesgo para desarrollar cáncer, sufrió un cáncer de mama multifocal.
Después de ser estudiada por dos especialistas en cáncer, Robert Nagourney y John West, concluyeron que el origen de su problema se derivaba directamente de la mala costumbre que tenía la joven de guardar su móvil en su sostén.
Al parecer, cuando los especialistas conectaron los focos de los tumores, el patrón del cáncer y la distribución de las células cancerosas se alineaban perfectamente con la forma de su teléfono móvil.
Este ejemplo debe servir como advertencia no sólo para las mujeres que podrían guardar el móvil entre sus pechos, sino para cualquier persona que suele portar estos dispositivos en el bolsillo de sus pantalones o la camisa. Como regla general, debemos evitar transportar el teléfono en cualquier lugar cercano al cuerpo.
¿Por qué llevar el teléfono móvil encima es una mala idea?
Siempre existe un daño potencial sobre el cuerpo independientemente del área expuesta a la radiación continua que emiten los teléfonos.
Por ejemplo, una investigación publicada en 2009 demostraba que llevar el móvil en la cadera puede debilitar el área de la pelvis.
Tras analizar la densidad ósea pélvica de 150 hombres que solían portar regularmente sus teléfonos unidos a sus cinturones, los investigadores concluyeron que la densidad mineral ósea se había reducido en el lado de la pelvis donde llevaban los teléfonos, lo que plantea la posibilidad de que la densidad ósea pueda verse afectada negativamente por los campos electromagnéticos emitidos por los teléfonos móviles.
Es importante recordar que mientras nuestro teléfono esté encendido, emite radiación de forma intermitente, incluso cuando no estamos haciendo una llamada.
Otros estudios han encontrado que la radiación del teléfono puede afectar al recuento de espermatozoides y a la calidad y motilidad del esperma.
El año pasado, un grupo de investigación israelí informó que durante los últimos 30 años ha habido un fuerte auge de tumores de glándulas parótidas. Éstas son un tipo de glándulas salivales que se sitúan muy cerca de donde la mayoría de la gente apoya el teléfono al llamar.
El Dr. Siegal Sadetzki, afirma que los teléfonos realmente contribuyen a la aparición de los tumores de las glándulas salivales. El informe indica que el riesgo de contraer un tumor parotídeo en el mismo lado de la cabeza que utilizamos para escuchar el teléfono móvil aumenta en un:
- 34% para usuarios regulares que han utilizado teléfonos durante 5 años.
- 58% si se reciben más de de 5.500 llamadas.
- 49% si se ha hablado por teléfono durante más de 266.3 horas.
La Organización Mundial de la Salud clasifica la radiación celular como carcinógeno de clase B
El 31 de mayo de 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe admitiendo que los teléfonos podían causar cáncer, clasificando los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como «posibles carcinógenos para los humanos» (Clase 2B).
«Es importante que se realicen investigaciones adicionales sobre el uso a largo plazo de los teléfonos móviles. En espera de la disponibilidad de dicha información, es importante tomar medidas pragmáticas para reducir la exposición», afirmaba Christopher Wild, director de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer.
Los niños están en mayor riesgo, incluso en el útero
Por desgracia, los niños y los adolescentes son los que corren el mayor riesgo de padecer tumores en las glándulas parótidas o el cerebro, ya que sus huesos permiten una mayor penetración de la radiación.
Además, las células de los niños se reproducen más rápidamente, por lo que son más susceptibles al crecimiento celular agresivo. No hay que olvidar que en estos momentos, los niños también se enfrentan a una exposición mucho mayor a lo largo de sus vidas.
Según el profesor sueco Lennart Hardell, los que empiezan a abusar de las nuevas tecnologías desde la adolescencia quintuplican las posibilidades de sufrir cáncer cerebral.
Las mujeres embarazadas también forman parte de los grupos que deberían evitar el uso de teléfonos tanto como sea posible. En 2008, unos investigadores encontraron que la exposición de los pequeños a los teléfonos durante el embarazo y la infancia estaba vinculada a problemas de comportamiento.
Consejos para utilizar el teléfono móvil de forma segura
Los niños deben evitar siempre el uso de teléfonos móviles: salvo una emergencia, los niños no deben utilizar un teléfono móvil o cualquier dispositivo inalámbrico.
Reduce el uso del teléfono: Apágalo con más frecuencia y úsalo sólo para asuntos importantes.
Reduce o elimina el uso de otros dispositivos inalámbricos: sería prudente reducir el uso de estos dispositivos. ¿Realmente necesitas utilizarlos tan a menudo?
Utiliza el teléfono únicamente cuando la cobertura sea buena: cuanto más débil sea la cobertura, más energía tendrá que utilizar el teléfono, y cuanta más energía utilice, más radiación emitirá.
Evita llevar el teléfono en el cuerpo: guárdalo preferiblemente en un bolso o una mochila.
Mantén el teléfono lejos del cuerpo cuando esté encendido: el lugar más peligroso en términos de exposición a la radiación se encuentra a unos 15 cm de la antena emisora.
Respeta a los que son más sensibles: los niños son los más vulnerables, así que evita usar el teléfono cerca de ellos.
¿Eras consciente de los riesgos que tienen nuestros «indispensables» teléfonos móviles?